En Kiev volvió a sonar la alarma por amenaza de ataque balístico: la ciudad vuelve a estar al borde del peligro

En la noche del 23 de junio, la capital de Ucrania volvió a encontrarse en estado de alerta elevada debido a informes sobre una posible utilización de armamento balístico ruso. Este es ya el segundo caso similar en una misma noche, lo que evidencia una vez más el aumento de la tensión y el peligro para los habitantes de Kiev en el contexto de la agresión militar rusa. Según datos de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (AMKC), la situación fue crítica. Fuentes informan que a las 02:28 de la madrugada se declaró alarma aérea por la probabilidad de un ataque desde Rusia con misiles balísticos. La información oficial contiene una advertencia clara: «¡Amenaza de uso de armamento balístico!» – expresó la AMKC con palabras resolutas. Esta señal se convirtió en un aviso de alarma para los residentes, quienes en ese momento ya sentían la atmósfera de tensión, después de que unos minutos antes la ciudad hubiera atravesado un período de intensos combates. La historia de los hechos es aún más dramática: en ese momento, Kiev estaba siendo objeto de un ataque masivo de drones kamikaze rusos. A las 02:28, las fuerzas municipales y militares comenzaron a actuar, ya que sonaron las primeras alarmas. En ese momento, en el cielo se registró una serie de fuertes explosiones, que indicaban la intensificación durante el ataque. Las fuerzas militares informaron que los drones rusos llevaron a cabo otra masiva ofensiva dirigida a los sistemas energéticos e infraestructura de la ciudad, lo cual fue corroborado por la alta cantidad de impactos y daños. La amenaza de uso de armamento balístico, según los representantes de las Fuerzas Armadas de Ucrania, permaneció vigente casi hasta las 02:40, momento en el que la situación se agudizó aún más. En respuesta a la señal informativa, las fuerzas de defensa aérea se activaron y comenzaron procedimientos de evacuación. Durante ese período, en Kiev se oyó una serie de potentes explosiones, que se interpretaron como esfuerzos por destruir posibles objetivos balísticos que el enemigo podría haber desplegado. A las 02:40, la situación fue reportada como más estable: las Fuerzas Aéreas de Ucrania confirmaron la orden de cese de la amenaza de misiles. Esto indica que las hostilidades quedaron en fase de alerta, y la ciudad nuevamente reduce la tensión; sin embargo, las autoridades oficiales continúan monitoreando atentamente la evolución de la situación. Por ahora, permanecen desconocidos los daños precisos y el número de afectados, si los hubiere, así como las posibles consecuencias para la infraestructura energética y residencial de Kiev. Sin embargo, resulta evidente que la repetición de la alarma, especialmente ante la posible utilización de misiles balísticos, vuelve a demostrar el alto nivel de amenaza por parte de las fuerzas de agresión rusas y su táctica de intimidación, dirigida a desestabilizar la situación en Ucrania. Las autoridades locales y las estructuras de defensa llaman a la población a no entrar en pánico y a seguir los protocolos de seguridad. Al mismo tiempo, las fuerzas ucranianas confirmaron su disposición para repeler cualquier posible ataque y reforzar las medidas de seguridad en toda la ciudad. En general, la noche del 23 de junio resalta una vez más la conexión inseparable entre la situación de seguridad y el ritmo de vida en la capital, cuyos habitantes, acostumbrados desde hace tiempo a los sonidos de alarmas y explosiones, permanecen firmes en su fe en la victoria y en la lucha por la independencia recuperada.