El jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vasyl Malyuk, anunció nuevos detalles sobre el tercer ataque al puente estratégico de Crimea, ocurrido el 3 de junio de este año

Chas Pravdy - 23 junio 2025 15:13

Según Malyuk, los servicios especiales ucranianos llevaron a cabo un ataque bastante potente y selectivo contra los pilares clave de la estructura ilegal, utilizando una cantidad considerable de explosivos: 1.100 kilogramos en dos ocasiones. Esta operación fue la continuación lógica de una serie de esfuerzos de los servicios de inteligencia y contrainteligencia ucranianos para neutralizar objetos de importancia estratégica para las autoridades de ocupación rusas en Crimea. Malyuk informó sobre esto en una entrevista con la agencia de noticias Interfax-Ucrania, destacando la magnitud e importancia de esta operación. Enfatizó que se trataba precisamente de la destrucción selectiva de las estructuras de soporte del puente: “Por tercera vez, utilizamos 1.100 kg de explosivos en el puente y otros 1.100 kg. Es decir, dos veces 1.100 kg en los soportes clave de la estructura ilegal en territorio ucraniano. No puedo revelar más detalles, por ciertas razones. Pero puedo asegurarles: este es el comienzo de una nueva era”. Sus palabras confirman la alta y decidida preparación de la operación, que, según el militar, tiene un profundo contexto estratégico. Malyuk también enfatizó que este ataque fue el tercero de una serie de ataques contra el Puente de Crimea. Según él, los servicios especiales ucranianos actuaron en diferentes momentos y con diferentes medios. En 2022, la operación especial consistió en utilizar un vehículo terrestre con 21 toneladas de TNT, que, según él, se utilizó para minimizar los riesgos, pero al mismo tiempo demostró la magnitud y la determinación de las fuerzas ucranianas. Al año siguiente, en 2023, se llevaron a cabo sabotajes con vehículos aéreos no tripulados como el SeaBaby, que inesperadamente atacó el puente desde el agua. Un año después, en junio de 2025, se produjo un nuevo ataque submarino, lo que indica la gradual complejidad de las tácticas y el uso de nuevos tipos de armas. "Solo puedo decir una cosa con certeza: junto con la 13.ª Dirección Principal de la DVKR del SBU, hemos iniciado una nueva era en la historia marítima", enfatizó Malyuk, insinuando que los servicios especiales ucranianos habían alcanzado un nuevo nivel en la conducción de operaciones, utilizando activamente medios submarinos y remotos para lograr objetivos estratégicos. ¿Qué precedió a esta operación a gran escala en junio? En la mañana de ese día, el Servicio de Seguridad de Ucrania llevó a cabo una operación especial única, que por primera vez se centró completamente en la dirección submarina del ataque. En el marco de esta operación, las fuerzas ucranianas emplearon tácticas modernas y armas de alta tecnología para infligir el máximo daño a las fuerzas de ocupación y destruir una instalación clave, símbolo de la política de ocupación rusa en Crimea. En general, los sucesos en torno al Puente de Crimea demuestran una vez más que los servicios especiales ucranianos libran una lucha decidida y altamente técnica para liberar territorios ucranianos y destruir las arterias logísticas del enemigo. Mejoran constantemente sus tácticas, activan sus recursos y utilizan todos los medios posibles para lograr objetivos estratégicos, en particular, la destrucción de estos símbolos del imperio ruso y la reducción del potencial de las operaciones militares y logísticas del enemigo. La reacción de las autoridades y el ejército ucranianos ante estas operaciones sigue siendo moderada, pero expertos y analistas militares señalan que estas acciones son una muestra de confianza estratégica y del alto nivel de organización de los servicios especiales ucranianos. Al mismo tiempo, la comunidad internacional se enfrenta a un nuevo desafío: el sabotaje y los actos terroristas que socavan la estabilidad de la región y demuestran la capacidad de Ucrania para actuar a la altura de los conflictos geopolíticos modernos. Por lo tanto, la operación del 3 de junio no fue un episodio más de una serie de acciones militares contra objetivos ocupados en Crimea, sino una nueva página importante en la historia de las operaciones especiales ucranianas. Sentó las bases para futuras acciones y demostró que los esfuerzos de Ucrania en la lucha por su independencia e integridad territorial no disminuyen, sino que, por el contrario, están adquiriendo nueva escala y determinación.

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