Después de los recientes golpes en la infraestructura nuclear de Irán, Donald Trump expresó nuevamente su ambición de cambiar la política en Teherán

Chas Pravdy - 23 junio 2025 00:20

Tras una serie de ataques con misiles a importantes instalaciones del programa nuclear iraní, Estados Unidos pasaron a hacer declaraciones políticas abiertas respecto al futuro de Irán. El expresidente de EE.UU., Donald Trump, quien sigue siendo una de las figuras políticas más influyentes del país y un comentador activo de la situación internacional, llamó la atención con su declaración poco convencional en la red social Truth Social. Allí insinuó la posibilidad de un cambio radical en el régimen de Teherán, afirmando que el gobierno actual no puede devolver al país a su grandeza. "Es políticamente incorrecto usar un término como 'cambio de régimen', — escribía Trump — pero si el régimen actual de Irán no puede devolver a Irán su estatus de país que puede desarrollarse completamente y ser grande, ¿por qué no cambiarlo? ¡MIGA!" Esta es una de esas declaraciones que destaca sus intenciones radicales y su retórica política. El origen del conflicto está lleno de eventos dramáticos. La noche del 12 al 13 de junio, las fuerzas israelíes llevaron a cabo un golpe preventivo contra instalaciones nucleares iraníes — los objetivos eran instalaciones relacionadas con el suministro del programa nuclear y la infraestructura militar iraní. Estas acciones por parte de Israel fueron una especie de señal de la tensión creciente que llena cada vez más la región de nerviosismo y tensión. En medio de esta situación, la noche del 22 de junio, alrededor de las 2:30 hora local en Irán, las fuerzas aéreas de EE.UU. llevaron a cabo un ataque con misiles contra tres instalaciones nucleares clave en Irán — Fordo, Natanz y Isfahán. Estas instalaciones son consideradas críticas para el programa nuclear iraní, y fueron alcanzadas precisamente con el fin de detener o al menos congelar el posible desarrollo de armas atómicas. Las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo esta operación con la máxima precisión, intentando reducir el potencial nuclear de Irán. Tras el éxito de los ataques, el expresidente Trump hizo una declaración contundente. Instó a Teherán a acordar inmediatamente un acuerdo de paz, enfatizando que en caso de rechazo, EE.UU. adoptará medidas más radicales. "Si Irán no está dispuesto a la paz, los ataques aéreos futuros serán mucho más grandes", advertía Trump, subrayando su intención de emplear medios militares aún más sofisticados en la lucha contra el programa nuclear iraní. También advirtió a Teherán contra cualquier acto de venganza, destacando que EE.UU. no dejará sin respuesta sus intentos de contrarrestar sus acciones militares. En general, la situación en torno a Irán continúa siendo tensa, y la retórica de ambas partes es aguda y provocadora. Se perfilan escenarios en los que cualquier nueva fase de acciones militares o diplomáticas podría conducir a un agravamiento total del conflicto en la región. La política de EE.UU. e Israel respecto al programa nuclear iraní sigue siendo un factor clave de desestabilización, y las palabras de Trump por ahora representan una señal adicional hacia pasos radicales o un avance diplomático, dependiendo del desarrollo de los acontecimientos.

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