Israel ha llevado a cabo nuevos ataques contra objetivos nucleares en Irán, dañando seis infraestructuras clave en la ciudad de Isfahán, lo que ha generado una grave preocupación en la comunidad internacional y ha incrementado la tensión en la región

Esta información fue publicada por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en base a datos de su director general, Rafael Grossi, quien confirmó que Israel realizó un ataque reiterado contra este complejo nuclear de importancia estratégica. Según Grossi, este ataque fue el segundo en unas semanas — el primero ocurrió el 13 de junio y allí se destruyeron cuatro instalaciones, incluyendo un laboratorio químico central, plantas de producción y procesamiento de combustible nuclear y uranio enriquecido. La nueva operación, ocurrida el domingo, aproximadamente nueve días después del anterior, causó daños significativos al menos en seis edificios del complejo nuclear de Isfahán. De acuerdo con la información oficial, en esta nueva operación se afectaron diversos objetivos: plantas de producción de uranio natural y empobrecido, áreas de fabricación de varillas y gránulos de uranio de baja enrichación, así como laboratorios especializados en investigaciones nucleares. Además, la instalación de almacenamiento de materiales nucleares y el edificio de oficinas del complejo sufrieron daños sustanciales — todo ello evidencia un elevado nivel de destrucción y una grave degradación de la infraestructura nuclear en Irán. Grossi subrayó que este complejo en Isfahán es uno de los componentes más importantes del programa atómico iraní y ha sido objeto de múltiples ataques, lo que ha reducido seriamente su funcionalidad. "Este complejo ha sido objeto de ataques repetidos y ha sufrido daños significativos, dificultando su despliegue y operación en el futuro", enfatizó el director de la AIEA. El aumento de la tensión en la región recibió un nuevo impulso tras los ataques nocturnos de las Fuerzas Aéreas de Israel contra varios objetivos en territorio iraní el 21 de junio. Ese día se destruyeron no solo un objetivo nuclear en Isfahán, sino también cuatro instalaciones de lanzamiento de misiles preparadas para su despliegue. La información acerca de estos objetivos fue confirmada por las fuerzas militares israelíes, quienes señalaron que los ataques formaron parte de una operación más amplia para disuadir y frenar el programa nuclear iraní y evitar su desarrollo. La comunidad internacional reaccionó con preocupación ante estos sucesos, alertando sobre una escalada del conflicto en la región y sus posibles consecuencias para la seguridad global. Los países occidentales volvieron a hacer un llamado al diálogo y a la búsqueda de soluciones diplomáticas, mientras que Israel e Irán intensifican su actividad militar y elevan la tensión en la zona, lo que puede derivar en nuevos conflictos y complicar los esfuerzos diplomáticos relacionados con la diplomacia nuclear. La situación actual respecto a los daños en los objetivos nucleares iraníes es una de las más graves en los últimos años. Sin embargo, los expertos destacan que estos ataques tienen implicaciones de largo alcance para la estabilidad regional y para el desarrollo potencial del programa nuclear iraní, que ya genera inquietud en la comunidad mundial. La lucha por el control de las tecnologías y recursos atómicos continúa, y las ofensivas periódicas ejecutadas por Israel reflejan una profunda preocupación por el desarrollo futuro de la situación en esta estratégica región.