Donald Trump advirtió a Irán: en caso de negarse a la paz, Estados Unidos están listos para lanzar golpes aún más masivos y destructivos

Después de llevar a cabo una operación audaz y decisiva que destruyó varios objetivos nucleares estratégicos en Irán, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una declaraciones contundentes sobre las intenciones actuales de Washington en la región. En una conferencia de prensa en la Casa Blanca previa, advirtió directamente a Teherán: si Irán se niega a negociar pacíficamente, Estados Unidos está dispuesto a realizar golpes aún más amplios y potentes, capaces de destruir no solo los recursos nucleares, sino también muchos otros objetivos estratégicos importantes en el país. Esta advertencia se hizo tras un ataque previo a instalaciones nucleares clave en Irán, lo que agrava aún más la situación en la región y socava cualquier esperanza de diálogo diplomático. La noticia sobre la operación específica fue confirmada oficialmente por fuentes: durante la conferencia, Trump afirmó que el objetivo de esta operación especial era eliminar las amenazas nucleares concentradas en lugares como Fordo, Natanz e Isfahán — uno de los puntos estratégicos centrales y más complejos del potencial nuclear iraní. Según sus palabras, estos objetivos ya fueron destruidos por completo e irrevocablemente, destacando que la misión se cumplió con la máxima eficiencia. El informe de éxito de la operación se divulgó con mucha firmeza y dureza: Trump advirtió que, si Irán no quiere negociar pacíficamente, Washington no se detendrá y realizará golpes aún más masivos y devastadores, considerando otros objetivos estratégicos dispersos por distintas partes del país. “Habrá paz o tragedia para Irán — afirmó el presidente de EE. UU. — La situación es mucho más grave que en los últimos ocho días. Recuerden que aún hay muchos objetivos y que esta operación puede haber sido quizás la más difícil y mortal de todas. Pero si Irán no se muestra razonable rápidamente, comenzaremos a destruir otros objetivos con precisión milimétrica, rápidamente e irremediablemente. La mayoría de ellos pueden ser destruidos en cuestión de minutos.” El presidente también subrayó la larga y agresiva retórica de Irán, que ha durado más de 40 años. Según él, Teherán ha llevado sistemáticamente una campaña de declaraciones hostiles y acciones agresivas contra EE. UU. y sus aliados en la región. “Irán ha estado gritando todo este tiempo: ‘¡Muerte a América! ¡Muerte a Israel!’ — destacó Trump. — No han dudado en hacer ataques terroristas, explosiones junto a carreteras, desgarrar extremidades a personas con bombas... eso era parte de su oficio.” Trump agregó que EE. UU. hace mucho tiempo comprende esta preocupante situación y ha intentado evitar en la medida de lo posible métodos destructivos, pero ahora la situación ha cambiado. Qué exactamente se hizo: cerca de las 2:30 de la madrugada hora local iraní, las fuerzas aéreas militares de EE. UU. llevaron a cabo un ataque selectivo contra tres instalaciones nucleares — Fordo, Natanz e Isfahán. Dichos objetivos, según información oficial, constituían una parte central del potencial nuclear iraní, y su destrucción se realizó con la máxima precisión y siguiendo instrucciones militares ejemplares. Cumplieron con su misión, demostrando la determinación y fuerza de EE. UU. en la región, lo que generó una amplia repercusión mundial. Por supuesto, estas acciones tienen consecuencias de largo alcance — tanto para Irán como para la seguridad global. Las autoridades estadounidenses consideran que la situación puede agravarse aún más si Irán se niega a dialogar diplomáticamente. Trump afirmó que la decisión ahora recae en Irán mismo y llamó a Teherán a acudir rápidamente a un diálogo constructivo. Por su parte, el país agresor, Irán, aún no ha respondido públicamente, pero los acontecimientos en la región cada vez parecen más próximos a una preconflictiva escalada. Solo queda esperar qué decisiones tomará el liderazgo iraní, ya que los conflictos en curso y las amenazas convierten esta crisis en una de las más tensas y peligrosas en Oriente Medio y en el mundo en general. Se sabe que cualquier desarrollo adicional dependerá de esfuerzos diplomáticos y de la disposición de ambas partes a llegar a compromisos, pero en este momento el peligro sigue siendo alto y la comunidad internacional observa con tensión los rápidos sucesos que se desarrollan en este conflicto multilateral.