CNN revela nuevos detalles: de qué preocupaba realmente a Donald Trump antes de tomar la decisión de atacar Irán

Chas Pravdy - 22 junio 2025 19:23

El canal estadounidense CNN publicó información detallada sobre los pensamientos internos y las preocupaciones del entonces presidente de EE. UU., Donald Trump, respecto a los planes de una operación militar contra Irán. Según fuentes cercanas a la administración, el jefe de la Casa Blanca se guiaba por dos criterios principales: asegurarse de que el ataque eliminara objetos clave del programa nuclear iraní y evitar una guerra prolongada e incontrolada que pudiera poner en peligro los intereses estadounidenses y la vida de los militares estadounidenses. Ya han pasado varios años desde aquellos días de tensión, pero las revelaciones de CNN abren nuevas facetas de esa historia compleja. Según fuentes en altos círculos gubernamentales, la administración de Trump hizo esfuerzos considerables por ocultar sus planes sobre futuros ataques. Resulta que la declaración oficial de que el presidente tomaba alrededor de dos semanas para decidir una acción final fue una táctica política, con el objetivo de crear la impresión de un proceso cuidadoso y prudente, mientras que en realidad la preparación para los ataques fue mucho más rápida y tensa. Justo antes de la decisión, el sábado, Trump, según informan las fuentes, se concentró definitivamente en su elección. Se sabe que, desde principios de junio, cuando el director de la CIA, John Ratcliffe, informó a Trump sobre la disposición de Israel para atacar objetivos clave en Irán, la cuestión de una respuesta militar activa comenzó a discutirse intensamente en los niveles superiores del poder. Los asesores del presidente ya tenían varios escenarios y estrategias listos, y la elección de un plan específico era cuestión de semanas. En ese momento, también se contemplaba la posible participación de EE. UU. en la campaña de las fuerzas israelíes. Por ello, en febrero y marzo, justo antes de la operación diplomática, la equipo de Trump trabajaba con tensión en los detalles. Durante ese período, el presidente de EE. UU. realizaba informes diarios con su equipo de seguridad nacional, discutiendo las particularidades y riesgos del posible golpe. Se sabe que la ciudad y la planta subterránea de enriquecimiento en Fordo, uno de los objetivos de la operación, recibían atención especial. La principal preocupación de Trump no era solo destruir instalaciones iraníes fuertemente fortificadas y aparentemente casi inexpugnables, sino también evitar que la respuesta a tales ataques derivara en una guerra larga y agotadora. Por ello, altos mandos militares e intelligence aseguraron que los bombarderos estadounidenses, capaces de destruir búnkeres subterráneos, tenían la potencia suficiente para cumplir con los objetivos. El presidente del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, afirmó el domingo que las evaluaciones preliminares eran muy alentadoras: los golpes ya habían causado daños considerables a los objetivos, pero tomaría algunos días determinar la efectividad final. A la vez, la principal inquietud seguía siendo cómo reaccionaría Irán y si esa operación provocaría un enfrentamiento a gran escala. Según fuentes, durante sus conversaciones con altos funcionarios, Trump estaba especialmente preocupado por las posibles consecuencias, en particular, el riesgo de un conflicto extendido en el que EE. UU. podría verse sin la preparación adecuada o sin recursos temporales suficientes. La información indica que, justo antes de tomar la decisión definitiva, el viernes y el sábado, Trump declaró públicamente que aún no tenía una postura formal sobre los ataques, aunque su equipo sugería una probabilidad de una decisión rápida. De acuerdo con algunos datos, a través de canales secretos se envió una “señal de advertencia” a Irán, avisando que la próxima acción de EE. UU. sería limitada y solo tendría como objetivo destruir objetivos nucleares clave, sin intención de iniciar un conflicto a gran escala. Sin embargo, más tarde, el sábado por la noche, tras los bombardeos, Trump dio un discurso en el que advirtió a Irán que futuras respuestas podrían ser aún más duras y “mucho más contundentes” si Teherán actuaba en consecuencia. Los mensajes públicos e internos del presidente, sus declaraciones sobre posibles movimientos militares futuros, revelan la complejidad e imprevisibilidad de la política de la Casa Blanca en momentos decisivos del conflicto en Oriente Medio. Al mismo tiempo, diversas fuentes indican que el proceso de toma de decisiones fue tenso y dependió no solo de capacidades militares, sino también del contexto político, la evaluación de riesgos y las posibles consecuencias, lo que hace la situación aún más complicada e impredecible. Estos nuevos detalles profundizan la comprensión de cómo se tomó la decisión histórica, aunque muy arriesgada, de un posible ataque militar a Irán. Y aunque las acciones fueron oficialmente escondidas del público, los procesos internos y el equilibrio de intereses permanecieron en la sombra durante mucho tiempo, posiblemente determinando la naturaleza de aquellos eventos en aquel período de tensión.

Source