Putin advierte una vez más a Ucrania y al mundo: ignorar los resultados de los “referendos” falsificados en las regiones ocupadas puede devolver al país a un conflicto armado
En una clara demostración de su postura intransigente respecto a los territorios ucranianos ocupados, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, hizo una nueva declaración que, según él, podría convertirse en un catalizador para la reanudación del enfrentamiento armado. En una entrevista con Sky News Arabia y RBC, expresó su opinión de que rechazar el reconocimiento de los resultados de los llamados “referendos” de 2022 en la “DNR”, “LNR”, así como en las regiones de Zaporizhzhia y Jerson, no es simplemente ignorar un hecho, sino crear una amenaza seria para la estabilidad a largo plazo de la región. Una fuente cercana al liderazgo del Kremlin informa: las palabras de Putin están respaldadas por la afirmación de que ignorar los resultados de estas cuestionables votaciones puede devolver a Ucrania a nuevas fases de escalada del conflicto, provocando una nueva etapa del enfrentamiento armado. Él defiende la idea de que el camino hacia la estabilidad en la región es el “estatus neutral de Ucrania” — sin posibilidad de ingreso a la OTAN, sin armas nucleares y sin alianzas militares que expandan su potencial de seguridad. Putin no oculta sus intenciones y esperanzas: expresa su deseo de que los líderes ucranianos se guíen solamente por intereses nacionales, y no por presiones externas o afinidades ideológicas. “Espero que los actuales líderes políticos de Ucrania puedan salir de la influencia exterior y actuar en interés de su pueblo”, afirmó. Al mismo tiempo, el presidente ruso destaca que la sociedad ucraniana merece un futuro mejor que convertirse en objeto de instrumentos de intereses ajenos en conspiraciones contra su país. Cabe recordar que en septiembre de 2022, los ocupantes realizaron los llamados “referendos”, que no fueron más que una provocación a gran escala. Durante la votación de cinco días, del 23 al 27 de septiembre, los votos a favor de la incorporación a Rusia, según los propios ocupantes, “pintaron” un apoyo del 87% al 99%. Como resultado, Putin firmó un decreto para incluir en la composición de Rusia los territorios de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporizhzhia, proclamándolos “ruso”. Así, anunció que los habitantes de estas regiones son ciudadanos de la Federación Rusa y, según él, “tomaron su decisión” de formar parte del Estado ruso. Los hechos vivos y las firmas de Putin se convirtieron en la etapa final y definitiva de la anexión, que fue la base formal para las falsas “adscripciones” y maniobras políticas. En ese momento, Kiev y la comunidad internacional calificaron estas acciones como ilegales, condenaron la agresión rusa y subrayaron la inadmisibilidad de legitimar tales referendos, que se llevaron a cabo bajo bombardeos y bajo una fuerte presión de los ocupantes. Ahora, esta historia vuelve a estar en la agenda, ya que Moscú insiste: el reconocimiento de los resultados “es una forma de legitimidad, sin la cual podría reanudarse el conflicto”. Por tanto, la posición oficial del Kremlin sigue siendo la misma: cualquier ignorancia de las voces y los “referendos” en los tribunales y en los círculos políticos provocará una “agravamiento de la situación” y, tal vez, una nueva ola de combates armados. En general, hay que destacar que estos eventos y declaraciones se inscriben en un esquema amplio de instrumentalización de la historia y del derecho internacional para alcanzar los objetivos imperiales del Kremlin. Aunque la comunidad mundial vuelve a recordar la necesidad de cumplir las normas internacionales y la inadmisibilidad de la anexión de territorios por medios coercitivos, Rusia continúa por el camino de acciones destructivas y juegos morales y políticos, jugando con la tensión y la inestabilidad a largo plazo en la región. Se sabe que actualmente no hay indicios de que Moscú tenga la intención de volver a los caminos diplomáticos. Por el contrario, su retórica se basa en la idea de que cualquier intento de reconocer estos “referendos” o de no considerar sus resultados solo aumenta la probabilidad de nuevos conflictos y de una ruptura entre Ucrania y Rusia, lo cual probablemente profundizará la guerra y causará aún más destrucción en los territorios ucranianos ya devastados. Por lo tanto, la situación sigue siendo tensa, y la comunidad internacional llama a respetar al máximo la legalidad y a buscar soluciones diplomáticas para resolver el conflicto, apelando a la necesidad de tener en cuenta la verdad y los principios internacionales de paz y seguridad. Al mismo tiempo, Moscú demuestra su intención de ignorar estos llamamientos, respaldando su postura con declaraciones que podrían complicar aún más la situación y desencadenar una nueva ola de acciones militares en un futuro próximo.