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La reunión del Consejo Ucrania-NATO en la cumbre de La Haya podría no realizarse: por qué EE

Chas Pravdy - 21 junio 2025 21:21

UU. y las intrigas políticas afectan el formato ucraniano-atlántico La cumbre de la OTAN prevista para el 24 de junio en La Haya, Países Bajos, se ha convertido en el centro de nuevas especulaciones políticas y de incertidumbre. Según la información publicada en el prestigioso portal Politico, la reunión clave del Consejo Ucrania-NATO podría ser completamente eliminada de la agenda debido a manipulaciones políticas estadounidenses y acuerdos internos en la sede de la alianza. Según datos preliminares, a pesar de la invitación oficial, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky solo recibió la oportunidad de asistir a una cena abierta el día de la cumbre, pero no podrá participar en las reuniones a puertas cerradas y decisivas del Consejo Ucrania-NATO. Al mismo tiempo, en la página oficial de la OTAN está previsto que la noche del 24 de junio se celebre una cena de trabajo de los ministros de Asuntos Exteriores de los aliados, donde, posiblemente, tendrán lugar las negociaciones más importantes sobre la cooperación futura con Ucrania. Una fuente del portal Politico, citando a diplomáticos anónimos, indica que la razón de omitir discusiones formales profundas sobre la cuestión ucraniana es la política de la administración estadounidense, en particular, un funcionario influyente en Washington informó sobre la cancelación intencionada de aspectos relacionados con Ucrania en la agenda para evitar debates activos sobre la guerra, que EE. UU. y sus aliados buscan mantener alejados de la atención de la comunidad internacional. Según las fuentes, el principal motivo de EE. UU. es la voluntad política interna de no centrarse en la guerra en Ucrania, ya que las administraciones anteriores y la actual observan con cautela la temática, temiendo que requiera atención y recursos que la situación en Ucrania podría demandar. Al mismo tiempo, los países europeos muestran mayor apertura respecto al apoyo a Ucrania, pero una gran presión política desde Washington reduce prácticamente las ambiciones de una asistencia formal en el marco de la cumbre. Otro tema interesante que ha sido objeto de debate son los planes del expresidente de EE. UU. Donald Trump, quien, según la publicación, espera de la cumbre de la OTÁN no tanto decisiones políticas, sino compromisos importantes en materia de gastos en defensa. Trump, como se sabe, considera uno de los principales logros de la política americana el esfuerzo de los aliados para aumentar sus gastos hasta el 5% del PIB en necesidades militares, divididos entre tecnología militar “dura” y esfuerzos de defensa más amplios. Según uno de los analistas anónimos de la administración de EE. UU., los países europeos nunca aceptarían ese nivel de financiamiento sin la presión propagandística y diplomática de Trump, quien ve en esa meta un logro político y una “gran victoria”. Otras fuentes informan que, tras la conclusión de la cumbre, Donald Trump planea pronunciar un discurso en el que confirmará sus intenciones de mostrar su papel en la formulación de nuevos compromisos de la OTAN en materia de gastos, y también de resaltar su importancia personal para la unión de la alianza. Como se sabe, el 21 de junio, antes de la cumbre, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, declaró oficialmente que aún no había decidido si acudiría a La Haya para la cumbre de la OTAN. Sin embargo, Kyiv recibió una invitación del secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, y la OTAN confirmó que, junto con otros aliados, Ucrania participará en los eventos. No obstante, no está claro si el líder ucraniano tendrá la oportunidad de asistir directamente a las reuniones más importantes, considerando la información de que su participación podría limitarse a una invitación a la cena abierta. En definitiva, la situación en torno a la próxima cumbre de la OTAN en La Haya está envuelta en un aura de incertidumbre y juegos políticos, donde la atención estratégica no está tanto en las cuestiones de seguridad de Ucrania, sino en las disputas internas en EE. UU. y en el intento de mantener a EE. UU. el control del orden del día. Al mismo tiempo, los políticos ucranianos y la ciudadanía esperan nuevas señales y la posibilidad de una participación más activa en los debates internacionales clave.

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