Con base en la información del periódico francés Le Monde, justo antes del tercer aniversario de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, la administración de Estados Unidos colaboró activamente con Rusia en un proyecto de resolución en la Organización de las Naciones Unidas

Chas Pravdy - 21 junio 2025 18:19

Así lo informan fuentes diplomáticas cercanas al proceso, y esta noticia ha suscitado un considerable revuelo en círculos internacionales. Sin embargo, esta noticia sorprendió a muchos: anteriormente, los informes indicaban tensiones en las relaciones diplomáticas, y ahora surge la cuestión sobre la transparencia y honestidad en el diálogo entre los países participantes. Los detalles de esta historia son impactantes y resaltan la complejidad de la diplomacia moderna. Según las fuentes, Ucrania preparó una resolución que condena la agresión rusa y exige la retirada completa de las tropas rusas del territorio ucraniano. No obstante, por temores de países europeos respecto a una posible disminución del apoyo a Kiev en el contexto del conflicto en Gaza y en general por preocupación sobre la situación en la región, los líderes europeos llamaron a la parte ucraniana a suavizar la formulación para asegurar la votación mayoritaria en la Asamblea General de la ONU. Esto provocó un conflicto interno en el ámbito diplomático, ya que los representantes ucranianos se vieron obligados a buscar compromisos para mantener su postura inicial. Según las fuentes, el 21 de febrero, la encargada de negocios temporal de EE.UU. ante la ONU, Dorothy Shea, informó inesperadamente a los embajadores de Francia y Gran Bretaña que Washington exigía retirar la resolución ucraniana, ya que planea presentar su propio proyecto de documento en la ONU y espera contar con el apoyo precisamente de los aliados europeos. Esta noticia causó un impacto shockeante y rápidamente condujo a un cambio total en la situación. Se descubrió que el proyecto de resolución estadounidense había sido acordado con Moscú incluso antes de su publicación o discusión con los socios, lo cual generó sentimientos de traición y sospechas acerca de las intenciones de Estados Unidos. Tras esto, se convocó de urgencia una reunión extraordinaria de diplomáticos europeos, en la que se tomó una decisión importante: mantener el texto ucraniano sin cambios y dejar la responsabilidad de la lucha diplomática en manos de los franceses y británicos, quienes tienen una larga historia de participación activa en los procedimientos multilaterales de la ONU y el Consejo de Seguridad. Reino Unido asumió la iniciativa para confrontar a EE.UU. en el Consejo de Seguridad, y Francia, motivada por su experiencia e influencia diplomática, decidió luchar por el apoyo a la resolución ucraniana en la Asamblea General. Los franceses hicieron varias enmiendas al proyecto estadounidense, destacando especialmente la necesidad de respetar la integridad territorial de Ucrania, lo cual fue un paso importante para ganar un apoyo más amplio. Finalmente, el 24 de febrero, la resolución ucraniana fue aprobada sin cambios, por mayoría de votos, incluyendo apoyo de países europeos e incluso de pequeños Estados del mundo. Es relevante que Estados Unidos, considerando las enmiendas introducidas y su compromiso con la diplomacia, se abstuvo en la votación de su propia resolución, lo que refleja profundas contradicciones internas y presiones de los aliados. Al mismo tiempo, en la historia quedó otra página trágica: justo el 24 de febrero de 2025, exactamente un año después de esa votación, la ONU aprobó la resolución ucraniana condenando la agresión rusa, con Estados Unidos votando en contra. Así se desencadenó una nueva discusión sobre el papel de Estados Unidos en el conflicto y su política diplomática. Esta historia no solo abre la puerta a comprender los mecanismos complejos de la diplomacia internacional, sino que también cuestiona la honestidad y transparencia en los procesos de toma de decisiones en la estructura internacional más influyente. Además, plantea la cuestión de cuál es la verdadera política de los actores globales y en qué medida están involucrados juegos abiertos y encubiertos que afectan directamente el futuro de Ucrania, la región y la seguridad mundial en general.

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