Las posibles agresiones con drones de Rusia contra Ucrania podrían disminuir su intensidad, según datos de la inteligencia de Estonia

Chas Pravdy - 20 junio 2025 14:26

Según la información más reciente de la inteligencia de la República de Estonia, existe una alta probabilidad de que la escala de los ataques con drones rusos en territorio ucraniano disminuya debido a cambios en la situación en Oriente Medio. Este informe fue difundido por la agencia de noticias "European Pravda", citando a ERR, el centro de inteligencia de defensa de Estonia, que realiza conclusiones basadas en el análisis de la actividad militar y los acontecimientos geopolíticos actuales en el mundo. El jefe del centro de inteligencia, el coronel Ants Kiviselg, no oculta su optimismo respecto a posibles cambios en la táctica de Rusia. Él señala que, en relación con las operaciones en Oriente Medio, en particular en Israel, Kiev y sus fuerzas militares probablemente puedan esperar una cierta disminución en la cantidad y frecuencia de los ataques con drones. "Hemos recibido información de que las fuerzas militares israelíes tuvieron la capacidad de realizar golpes precisos en una instalación iraní de producción de drones en Isfahán, y que las tropas ucranianas han atacado varias veces de manera deliberada una fábrica iraní en Elabuga (Tatarstán), donde se fabrican drones para el ejército ruso", comenta el experto. Según las palabras del coronel Kiviselg, teniendo en cuenta estos hechos, existe una alta probabilidad de que en un futuro cercano los ataques rusos con drones puedan reducir significativamente su intensidad. Sin embargo, él enfatiza que Rusia ya ha adaptado notablemente su táctica y ha aprendido, entre otras cosas, a lanzar grandes cantidades de drones en ataques simultáneos y multifacéticos que abarcan amplias áreas. Según su análisis, las fuerzas rusas tienden a lanzar entre 60 y 70 drones durante 4-5 días antes de una gran ofensiva para acumular fuerzas y luego realizar un ataque masivo con hasta 450 aeronaves no tripuladas simultáneamente. Lo mismo se aplica al uso de misiles crucero y misiles balísticos rusos, lo cual evidencia un enfoque sistemático en la conducción de la guerra. Al mismo tiempo, aunque la frecuencia de uso de los drones podría disminuir, el experto está convencido de que Rusia ya prepara activamente nuevas reservas de aparatos no tripulados y aumenta su producción para no debilitar sus capacidades ofensivas. Kiviselg también llama la atención sobre un cambio en la táctica del enemigo: si antes los rusos apuntaban de manera restrictiva a objetivos específicos, ahora aumentan la escala de sus ataques, dispersando sus fuerzas en diferentes direcciones, incluyendo objetivos civiles y barrios residenciales. Esto indica una transición hacia ataques sistemáticos y de gran escala, que tienen efectos psicológicos y destructivos. "Hemos sido testigos de ataques nocturnos en Kiev el 17 de junio y en Odessa en la madrugada del jueves; estas acciones son signos de una nueva realidad en la guerra, donde la infraestructura civil se ha convertido en objetivos de ataques dirigidos," subraya el coronel. En relación con la situación en el frente, señala que la ofensiva occidental de Rusia, planificada para principios de verano, se ha estancado debido a la resistencia firme de las fuerzas ucranianas. El estado actual de los combates se caracteriza por que las tropas rusas, considerando las pérdidas significativas, se están moviendo hacia acciones tácticas, intentando avanzar a pesar de las circunstancias adversas y del alto nivel de defensa de Ucrania. Según la inteligencia, la cantidad de ataques diarios de Rusia sigue siendo alta, alrededor de 150-160 golpes al día. La mayor parte de los esfuerzos se concentran en el sector de Pokrovsk en la región de Donetsk, que es clave en la estructura de las operaciones rusas en el este de Ucrania. Esta zona representa más de la mitad de los combates en el frente y confirma la importancia estratégica de esa región en este conflicto. Con respecto a la situación en la provincia de Sumy, el experto señala que, a pesar de los éxitos iniciales y los intentos regulares de romper las defensas, el avance en esa dirección se ha detenido en general. Sin embargo, advierte que, a pesar de los fracasos, Rusia no renuncia a sus objetivos estratégicos y continúa presionando a las fuerzas ucranianas, ilustrándolo con nuevas maniobras tácticas y esfuerzos en la producción de drones y misiles. En medio de estos procesos, Ucrania sigue demostrando resistencia y capacidad para mantener el control de la situación, pese a la constante presión psicológica y tecnológica por parte del agresor. No obstante, los expertos advierten que la guerra continúa siendo tensa y que todos los escenarios estratégicos permanecen vigentes, incluyendo la posibilidad de nuevos ataques a gran escala, especialmente en regiones civiles. La historia de la situación en junio de este año incluye el ataque masivo nocturno con artillería y misiles sobre Kiev el 17 de junio, que causó al menos 28 muertes civiles. Rusia utilizó un misil balístico que impactó en un edificio residencial, lo que generó una reacción internacional fuerte: la embajada de Lituania convocó al embajador de Rusia para dar explicaciones al Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país. Asimismo, varias embajadas y misiones diplomáticas extranjeras organizaron ceremonias conmemorativas y colocaron banderas en señal de solidaridad con el pueblo ucraniano. Es evidente que la guerra en Ucrania continúa mostrando su complejidad y múltiples facetas, siendo las tendencias de aumento en los ataques rusos y la reacción de las fuerzas ucranianas por parte de sus aliados factores clave para definir el futuro del conflicto.

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