Cada año, miles de conductores ucranianos evaden la responsabilidad por conducir bajo los efectos del alcohol, y este problema se vuelve cada vez más agudo

Chas Pravdy - 20 junio 2025 21:26

Los datos de investigaciones indican que, en los últimos cinco años, aproximadamente el 22% de los acusados de conducir en estado de ebriedad en Ucrania eluden la ley, evitando multas o la suspensión del permiso de conducir. Esto no solo viola la ley, sino que también contribuye al aumento de los accidentes de tráfico, en los cuales fallecen cientos de personas y miles resultan heridas cada año. De acuerdo con las estadísticas oficiales de la patrulla policial, en 2024, los conductores en estado de ebriedad provocaron más de mil accidentes, en los que fallecieron 110 personas y más de 1.300 resultaron heridas. Esto evidencia una amenaza evidente para la seguridad vial y muestra que el problema de los conductores alcohólicos sigue siendo uno de los más actuales para la sociedad ucraniana. El año pasado, los tribunales de Ucrania analizaron más de 167.000 casos relacionados con infracciones en las reglas de conducción en estado de ebriedad. Si anteriormente este número crecía gradualmente, en los últimos seis años ha aumentado en un 50%, lo que indica un empeoramiento de la situación. Sin embargo, el aspecto más doloroso de este problema es la tendencia a eludir las sanciones por parte de los infractores. Un análisis de la práctica judicial, realizado por periodistas de NGL.media, mostró que aproximadamente el 22% de los acusados de conducir en estado de ebriedad no reciben ninguna sanción, ni multas ni la suspensión del permiso. En muchos casos, los jueces cierran los casos ya sea por razones formales o debido a errores menores y técnicos de las fuerzas del orden, lo que hace a los infractores prácticamente inmunes a las consecuencias. En total, en Ucrania, en los últimos diez años, se han registrado dos etapas de endurecimiento de las sanciones por conducir en estado de ebriedad: en 2016 y 2021. Actualmente, la pena mínima implica una multa de 17.000 hryvnias y la suspensión obligatoria del permiso por un año. En caso de reincidencia dentro del año, el conductor enfrenta una suspensión de tres o incluso diez años. La amenaza de perder la posibilidad de conducir impulsa a algunos conductores a buscar formas de evadir la ley. En la práctica judicial, una de las formas más comunes de eludir la responsabilidad es cerrar los casos por agotamiento del plazo de consideración o por rechazo debido a la ausencia de la infracción. Si antes los tribunales rechazaban los casos por un plazo de prescripción de tres meses, desde marzo de 2021, cuando ese período se extendió a un año, estos casos son menos frecuentes. Sin embargo, la mayoría de los casos se cierran debido a la inexistencia de pruebas o por la inadmisibilidad de los materiales. Ejemplo de ello son decisiones en las que los jueces basan sus fallos en copias de grabaciones de cámaras corporales, que no son una base legal para el cierre del caso; por ejemplo, en Skvira, en la región de Kyiv, el juez Oleksandr Kovalenko cerró un caso porque consideró que el video proporcionado era una copia, no el original. Paralelamente, otra jueza en la región de Lviv, Maryana Oleschuk, en circunstancias similares, multó al conductor. Entre los jueces de Ucrania que tratan regularmente casos bajo el artículo 130 del Código Administrativo, el líder indiscutible es Vadym Honcharenko, jefe del Tribunal del Distrito de Zhovtnevy en la ciudad de Dnipro. Según datos recopilados por NGL.media, en cinco años, ha revisado más de 3,600 casos de conducción en estado de ebriedad, promediando tres procedimientos diarios, el doble que cualquier otro juez. Además, el porcentaje de casos cerrados es superior al 83%. Sin comentarios, Honcharenko sigue siendo una figura principal en esta "tabla de rangos" del sistema judicial ucraniano en esta materia. Los expertos señalan que la actitud indulgente y generosa de los jueces hacia los conductores ebrios tiene raíces políticas, jurídicas y humanas. Cualquier persona puede impugnar una decisión judicial ilegal a través del Consejo Superior de Justicia, que revisa las quejas contra jueces. Sin embargo, este proceso a menudo se demora, y los resultados dejan a la persona en libertad. La vicepresidenta del consejo, Svitlana Ilnytska, destaca que la responsabilidad por decisiones incorrectas recae no solo en los jueces, sino también en los sistemas de control, que a menudo acumulan una considerable "reserva de paciencia" hacia los infractores. Ella subraya que en casos relacionados con delitos con influencia del alcohol, las sanciones generalmente se limitan a advertencias o amonestaciones, y la destitución del cargo sucede en muy pocas ocasiones. Al mismo tiempo, las pérdidas financieras para el Estado en este ámbito son enormes: en 2024, se gastaron más de 5 mil millones de hryvnias en pensiones para jueces jubilados, financiadas con el presupuesto nacional. En resumen, la problemática de evadir la responsabilidad por conducir en estado de ebriedad sigue siendo aguda y multifacética. La legislación cambia, las sanciones se fortalecen, pero el factor humano en el sistema judicial sigue creando grandes brechas para quienes buscan mantenerse impunes. Se requieren soluciones sistémicas y una participación activa de la sociedad civil para mejorar la eficacia de las instituciones de control y justicia y garantizar la seguridad en las carreteras del país.

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