Según datos de la prestigiosa revista estadounidense Politico, las relaciones entre el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak, y los representantes de la administración del expresidente de EE

Chas Pravdy - 19 junio 2025 19:24

UU. Donald Trump se están volviendo cada vez más tensas y generan una serio preocupación en Washington. Basándose en conversaciones con más de una decena y media de fuentes, el periódico concluye que las acciones del funcionario ucraniano provocan irritación incluso entre aquellos políticos estadounidenses que han tenido la oportunidad de interactuar personalmente con él. El artículo, publicado el 19 de junio bajo el título «El funcionario ucraniano que Washington ama odiar», se fundamenta en entrevistas con diversas fuentes —exfuncionarios y actuales servidores públicos, asistentes de congresistas, así como otras personas familiarizadas con los procesos internos en Washington—. La mayoría de ellos prefirió permanecer en el anonimato debido a la sensibilidad de la situación. Desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania en 2022, Yermak ha realizado activas visitas a Washington, actuando como mediador en el diálogo con las autoridades ucranianas y la administración estadounidense. Sin embargo, según fuentes, ha ganado la reputación de ser poco informado sobre los matices de la política estadounidense, y su carácter y estilo de comunicación contundente provocan preocupación entre los funcionarios de EE. UU. «Muchos lo consideran demasiado exigente e incluso conflictivo», indica el artículo. «Yermak a menudo abuse de la confianza de los socios estadounidenses y se comporta desde una posición bastante elevada, sin tener en cuenta los procesos internos en Washington». Además, algunos interlocutores expresan su temor a que el representante del gobierno ucraniano en Washington pueda transmitir de manera equivocada la postura de EE. UU. al liderazgo ucraniano, lo que crea riesgos adicionales para las relaciones diplomáticas. Especialmente criticada ha sido su reciente visita a Estados Unidos a finales de mayo — breve y, según fuentes, caótica. Cinco personas familiarizadas con el desarrollo de la visita comentan que a Yermak le fue difícil organizar encuentros con altos funcionarios en la Casa Blanca y otros departamentos, y su presencia sorprendió e incluso disgustó a algunos políticos estadounidenses. «Tomamos su visita con desconfianza — comentó uno de los informantes —. Llegó sin objetivos claros ni plan definido, por lo que surgieron muchas dudas a su alrededor». En particular, la reunión prevista con el Secretario de Estado, Antony Blinken, fue cancelada en el último momento, y una reunión con el vicepresidente, Joe Vain, incluso fue ignorada. Estos informes subrayan la complejidad y tensión en las relaciones entre la delegación ucraniana y los funcionarios estadounidenses, señalando que desde su nombramiento, hace casi seis años, Yermak sigue siendo una de las figuras más conflictivas en el espacio diplomático entre Ucrania y EE. UU. Según analistas, incluso en los momentos más difíciles la parte ucraniana ha logrado contener sus emociones y mantener un estilo diplomático para no perjudicar intereses estratégicos importantes. Sin embargo, en la administración de Biden, al parecer, la situación es bastante diferente. Allí, abiertamente muestran su decepción con el estilo de comportamiento de Yermak, aunque mantienen moderación y cautela en sus declaraciones. En el marco de las recientes visitas de la delegación ucraniana a EE. UU., particularmente a principios de junio, los representantes del gobierno ucraniano sostuvieron una serie de encuentros con colegas estadounidenses. En concreto, la ministra de Economía, Julia Sviridenko, y Yermak se reunieron con representantes de la administración, incluido el enviado especial para Ucrania, Kiet Kellogg. Sin embargo, críticos y fuentes en Washington sugieren que los desafíos y desacuerdos entre las partes persisten, y que el papel de Yermak en estos procesos genera cada vez más interrogantes. En el contexto de las relaciones tensas, cabe señalar que la élite política estadounidense se muestra cada vez más escéptica respecto a la posibilidad de una colaboración efectiva y constructiva con Ucrania con la participación de Yermak, lo que, según expertos, podría disminuir el nivel de apoyo a Ucrania en el escenario internacional. Sin embargo, a pesar de los problemas, Kiev continúa buscando apoyo desde Washington, y los políticos ucranianos mantienen la esperanza de que con el tiempo la situación se resuelva y los contactos con las autoridades estadounidenses se estabilicen.

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