Putin justificó los ataques masivos con misiles en las ciudades ucranianas, afirmando que el objetivo son objetos de la industria de defensa

En los comentarios de hoy, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, justificó nuevamente de manera abierta una serie de ataques masivos con misiles a las ciudades ucranianas, destacando que los golpes están dirigidos exclusivamente a objetos de la industria de defensa, y no a la población civil ni a los vecindarios residenciales. Esto ocurrió después de que se difundieran públicamente hechos de destrucción masiva en ciudades pacíficas de Ucrania, incluyendo numerosas muertes de civiles, edificios residenciales destruidos e infraestructura afectada. Putin hizo esta declaración durante una reunión oficial con representantes de agencias de noticias internacionales, organizada por los medios de comunicación rusos, en particular "RIA Novosti". Los periodistas en la sala preguntaron al presidente ruso sobre los numerosos ataques con misiles dirigidos específicamente a la infraestructura civil de las ciudades ucranianas, que provocaban víctimas humanas y destrucción en el sector residencial. Al responder a la pregunta, el líder ruso sonrió y señaló: "Si sus periodistasvieran en qué estado quedaron los vecindarios residenciales destruidos por nuestros misiles, probablemente no podrían contar nada al respecto. Después de todo, la escala de destrucción fue muy grande". Al mismo tiempo, Putin reiteró su postura habitual de que Rusia supuestamente no apunta deliberadamente a objetivos civiles, sino que ataca exclusivamente objetos de la industria militar de Ucrania. "Llevamos a cabo una campaña de desmilitarización de Ucrania para despojarla de la posibilidad de tener fuerzas armadas que representen una amenaza para Rusia", aseguró. Según él, los objetivos de los ataques con misiles no son viviendas ni infraestructura civil, sino, en primer lugar, objetos directamente relacionados con la movilización militar y la producción de armas. En las últimas semanas, las autoridades ucranianas reportan destrucción masiva de barrios residenciales, numerosas muertes de civiles y desplazamientos masivos de población. Mientras tanto, Moscú oficialmente no reconoce ninguna responsabilidad por estas destrucciones, insistiendo en que su objetivo es solo dañar los objetivos militares, y asegurando que esta estrategia ayudará a Ucrania a "liberarse de potenciales amenazas" por parte del ejército ucraniano. Al mismo tiempo, Ucrania y muchos socios internacionales acusan a Moscú de realizar ataques deliberados contra la infraestructura civil y de provocar crisis humanitarias.