La Unión Europea ha estado discutiendo activamente durante mucho tiempo sobre la confiscación y el uso posterior de los activos congelados de Rusia dentro de sus fronteras, y actualmente la decisión de mantener estas sumas en un límite de 210 mil millones de euros sigue vigente al menos hasta finales de 2025

Chas Pravdy - 19 junio 2025 15:23

Según los líderes de la política europea, estos fondos permanecerán en estado congelado, y los beneficios derivados de ellos apoyarán a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa. El portavoz de la Comisión Europea, Markus Lamerte, informó en junio de este año a los periodistas en Bruselas que, en general, los activos de Rusia, que en la UE se estiman en aproximadamente 210 mil millones de euros, seguirán en estado congelado durante mucho tiempo. Estas medidas forman parte de un esfuerzo más amplio para responsabilizar a Rusia por la infraestructura destruida, el sufrimiento humano y los daños económicos causados por la guerra en Ucrania. Según Lamerte, los ingresos obtenidos de los activos rusos congelados ya financian programas de apoyo a la economía ucraniana y al sector de Defensa. En particular, se están utilizando créditos de la G7 por un monto superior a 45 mil millones de euros destinados a modernizar la industria de defensa ucraniana, restaurar el sistema energético y apoyar proyectos de infraestructura en general. Es importante aclarar que estos fondos no se otorgan simplemente como ayuda gratuita: todas las sumas involucradas deben ser devueltas mediante los ingresos futuros derivados de los activos de Rusia en Europa. Se presta especial atención a la cuestión de la devolución de esta ayuda por parte de la propia representación ucraniana. Así, en 2025 ya se realizaron varios pagos: el primer pago de 3 mil millones de euros fue enviado a Ucrania en enero, y los siguientes de 1 mil millones de euros en marzo, abril, mayo, y recientemente, el pasado viernes. En total, durante el año se espera realizar aún más pagos dentro de este programa, para fortalecer el sector de defensa y contribuir a mantener una economía viable en Ucrania. El portavoz de la Comisión Europea también subrayó que los líderes europeos insisten en que Rusia debe pagar por el daño causado a Ucrania por la guerra, y que este costo no solo se mide en responsabilidad política, sino también en obligaciones financieras. Se están discutiendo opciones legalmente fundamentadas y financieramente realizables de compensación, que deben mantenerse en el centro de las negociaciones internacionales. La clave para resolver la situación radica en el equilibrio entre el deseo de justicia y el temor a perder la atractivo de las inversiones, siendo este equilibrio el principal obstáculo. Cabe destacar que las discusiones sobre este tema llevan varios años en curso. Mientras que se llevan a cabo debates activos sobre la posibilidad de una confiscación definitiva y la transferencia de fondos a Ucrania, representantes de países como Francia, Alemania, Italia y España expresan serias preocupaciones sobre los riesgos y posibles consecuencias negativas para el clima de inversión en la Unión Europea. Advierten que tales pasos podrían conducir a una negligencia de los procedimientos legales y disminuir la competitividad europea en el mercado mundial de capitales. Sin embargo, la estrategia actual de la UE consiste en que, manteniendo los activos congelados de Rusia, se utilicen de manera lo más eficiente posible para apoyar financieramente a Ucrania y reducir los daños causados por la guerra. Hasta finales de 2025, los activos permanecerán en ese estado, y los ingresos de los mismos serán destinados a la recuperación del sistema energético ucraniano, la modernización de la defensa y el apoyo a la población civil. En general, este paso forma parte de un plan estratégico más amplio de Europa para hacer frente a la agresión rusa, asegurando al mismo tiempo un equilibrio entre el procedimiento legal, la seguridad económica y la justicia internacional. Al mismo tiempo, los representantes oficiales señalan que, aunque el camino fácil mediante la confiscación de activos aún no se ha recorrido y sigue siendo tema de debate entre los países europeos, el proceso de alcanzar la justicia seguirá siendo una prioridad en la política y diplomacia internacional.

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