Profundo cisma en la G7: EE

Chas Pravdy - 18 junio 2025 02:16

UU. en contra de una declaración unificada sobre Ucrania; Canadá y los líderes europeos buscan un balance Según información de las principales agencias internacionales de noticias, como Reuters, el grupo de las siete economías más desarrolladas del mundo —la G7— actualmente no puede formular una posición común respecto a la guerra en Ucrania. Fuentes cercanas a círculos diplomáticos destacan que la principal causa de esta situación ha sido la resistencia de Estados Unidos. Como resultado, se retrasan declaraciones y pronunciamientos decisivos sobre el apoyo a Ucrania en el ámbito diplomático. En concreto, funcionarios canadienses comunicaron a los periodistas que, tras la culminación de la última cumbre de la G7, celebrada el martes, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, tiene previsto publicar una declaración aparte que refleje la posición oficial del gobierno canadiense. En ella se hace un llamamiento a intensificar la presión internacional sobre Rusia mediante mecanismos sancionatorios y a confirmar el respaldo a los esfuerzos de paz liderados por Estados Unidos. Se sabe que Canadá ocupa la presidencia rotatoria del grupo este año, por lo cual la palabra final corresponde al presidente del país, pero otros líderes participantes no lograron ponerse de acuerdo en una declaración conjunta. Según fuentes bien informadas, tras concluir la cumbre del martes, uno de los altos funcionarios canadienses afirmó que actualmente todos los esfuerzos están enfocados en buscar un compromiso, ya que no todos los países apoyan la idea de un mensaje diplomático único. Sin embargo, también se señala que el primer ministro Mark Carney planea publicar una declaración que exija sanciones adicionales contra Rusia y reafirme el apoyo a una solución pacífica del conflicto. Es importante destacar que, en esta cumbre, los otros líderes no tenían intención de firmar una declaración conjunta de la G7. Esto está principalmente relacionado con la falta de consenso respecto a la llamada postura "opositoria" de EE. UU., que ha dejado claro su rechazo a emitir tal declaración. Fuentes diplomáticas europeas agregan que durante la cumbre los líderes de la G7 reafirmaron su intención de adoptar medidas duras contra Rusia y presentaron planes para intensificar la presión sancionatoria. No obstante, incluso en presencia de los presidentes de otros países, el presidente de EE. UU. pudo demostrar su independencia y postura diferenciada, lo que generó tensiones en el grupo. Según varios diplomáticos europeos, Trump dejó entrever que contempla reforzar la presión sobre Vladimir Putin y está evaluando la posibilidad de aplicar medidas adicionales según un proyecto de ley desarrollado por el senador Lindsey Graham. Sin embargo, al final, el líder estadounidense se abstuvo de hacer compromisos concretos, lo que complicó el proceso de formular una postura unificada de la G7. Respecto a la cuestión de Ucrania, Reuters informa que los líderes del grupo acordaron prácticamente en seis declaraciones separadas que abordan desafíos globales actuales: la migración ilegal, la inteligencia artificial, minerales estratégicos, incendios forestales, represión transnacional y el desarrollo de la computación cuántica. Sin embargo, pese a los esfuerzos persistentes por apoyar a Ucrania diplomáticamente, la postura oficial de la G7 permaneció dividida, y no se firmó ninguna declaración conjunta por parte de los miembros en señal de solidaridad. En lo que respecta al tema ucraniano, se espera que el presidente Volodymyr Zelensky, y quien Canadá, que actualmente preside la G7, pretende apoyar con nueva ayuda, abandone la cumbre con una sensación de cierta incertidumbre. También circulan informaciones de que la falta de una posición unificada en el grupo, junto con los desarrollos en torno a la cumbre, hacen poco probable que se realice un encuentro entre el mandatario ucraniano y Donald Trump, quien recientemente abandonó la cumbre antes que los demás. Esto pone en relieve la complejidad de la situación diplomática, en la que los países del G7 intentan equilibrar intereses y diferentes enfoques en respuesta a la agresión rusa, profundizando aún más en el conflicto interno de este importante formato internacional.

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