Las fuerzas rusas han vuelto a atacar Slovyansk, utilizando el sistema antiaéreo S-300, lo que ha provocado graves consecuencias para los residentes locales y daños en la infraestructura

El incidente ocurrió en la noche del miércoles, alrededor de las dos de la madrugada, cuando los ocupantes abrieron fuego de forma deliberada contra los vecindarios de la ciudad, ubicada en la región de Donetsk. Según informan la Fiscalía de la Región de Donetsk, como resultado del bombardeo, cinco civiles resultaron heridos, entre ellos cuatro mujeres y un hombre, de entre 51 y 66 años de edad. Todos recibieron lesiones graves, incluyendo traumatismos por explosiones de minas, heridas por fragmentos, fracturas, contusiones, conmociones cerebrales y heridas abiertas. Las víctimas se encontraban en sus casas cuando comenzó el ataque y fueron ingresadas de urgencia en hospitales para recibir la asistencia médica necesaria. El bombardeo también causó destrucción. Según información preliminar, en el ataque se dañaron 19 viviendas de diversos tipos, tanto multifamiliares como particulares. Además, se registraron daños críticos en vehículos — nueve de ellos fueron retirados de circulación o dañados — así como en garajes y puestos comerciales ubicados en la zona afectada. La comunidad sufrió daños materiales considerables, y muchos residentes quedaron sin techo o con daños en sus propiedades. De acuerdo con información oficial, este ataque fue uno de los numerosos intentos de las tropas rusas de desmoralizar a la población local y destruir la infraestructura para debilitar la resistencia. Slovyansk ha estado en medio de combates activos durante mucho tiempo, y cada nuevo ataque con misiles confirma una tendencia persistente: la población civil se encuentra en el punto de mira en la guerra que Rusia lleva a cabo contra Ucrania. Las autoridades locales y las fuerzas del orden están trabajando para esclarecer todas las circunstancias de la tragedia, mientras que los habitantes, enfadados y atemorizados, buscan apoyo y protección. Mientras tanto, las fuerzas armadas ucranianas y los voluntarios continúan reforzando la defensa de la región y brindando ayuda a los afectados. Como siempre, el objetivo de los ocupantes sigue siendo — destruir la infraestructura vital y crear caos para aumentar la presión psicológica sobre la población civil. Las causas que llevaron a este ataque todavía están siendo investigadas, pero una cosa es clara: la situación sigue siendo tensa e inestable, y la población civil continúa enfrentando peligros mortales cada día. Ucrania insiste en la necesidad de una cooperación internacional para garantizar la seguridad y protección de los ciudadanos frente a estos ataques bárbaros, llamando a la comunidad mundial a intensificar la presión y la ayuda para poner fin a la agresión.