La Comisión Europea ha declarado firmemente: la Unión Europea no tiene intención de volver a importar gas ruso, incluso en caso de alcanzar la paz en Ucrania

Chas Pravdy - 18 junio 2025 16:17

Esta decisión ambiciosa se anunció en un contexto de crisis prolongada en el sector energético y de un período de inestabilidad política que acompaña al conflicto ruso-ucraniano. El 17 de junio, la Comisión Europea presentó oficialmente un plan para una eliminación total y gradual de las importaciones de combustibles fósiles de Rusia, con la intención de completar esta política para fines de 2027. La declaración por parte de los expertos europeos fue motivada no solo por la persistente imposición de sanciones contra Moscú, sino también por el deseo de la UE de consolidar su independencia energética. Según palabras del jefe del área energética de la Comisión, Denis Jørgensen, dicha decisión es inamovible, independientemente de los escenarios de negociaciones de paz o su ausencia. "Implementamos esta prohibición porque Rusia ha utilizado la energía como instrumento de presión y arma contra nuestros países", señaló Jørgensen en un comentario para The Guardian. "Moscú ejerce chantajes con el gas, tratando de forzar a los países europeos a subordinarlos a sus intereses políticos y estratégicos, por lo que la confianza en los recursos energéticos rusos explot [esta estrategia]. Esto es inaceptable, y debemos actuar con firmeza." El comisionado europeo enfatizó que incluso en caso de resolución del conflicto y restauración de la paz en Ucrania, la prohibición seguirá vigente. "Esperamos que la paz llegue, pero incluso si no sucede, nuestra postura no cambiará. Es una decisión consciente que refleja nuestros valores y nuestro compromiso de ser independientes en materia de recursos energéticos provenientes de Rusia", subrayó Jørgensen. El proyecto de estrategia ya ha generado reacciones conflictivas por parte de algunos Estados miembros de la UE, especialmente Hungría, Eslovaquia y Austria. Estos países son los más dependientes de los recursos energéticos rusos y se oponen a la adopción estricta de estas medidas sin garantías adicionales de estabilidad en el suministro. Según estimaciones preliminares, estos países actualmente no cuentan con suficiente apoyo por parte de otras instituciones europeas para consolidar el plan en forma de legislación obligatoria. Al mismo tiempo, en Austria señalan que la recuperación rápida de las importaciones rusas de gas natural solo sería posible en una condición: la firma de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania. De acuerdo con los expertos austriacos, esto cambiaría la situación y abriría nuevas oportunidades para la cooperación en el ámbito energético, pero por el momento, tal decisión sigue siendo solo una hipótesis y un escenario a largo plazo. En general, este paso de la Comisión Europea ha enviado una señal a todo el mundo acerca de la seriedad de las intenciones del continente europeo para reducir su dependencia de Rusia y proteger activamente sus intereses y su seguridad energética. En el contexto de la crisis energética global y posibles nuevos desafíos, esta política estricta podría seguir influyendo en la dinámica de los mercados energéticos y en la política internacional, demostrando la posición principista de Bruselas respecto a la independencia y la seguridad de sus miembros.

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