El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania reaccionó duramente a las recientes declaraciones de Rusia sobre la destrucción de la ayuda militar recibida, calificando tales demandas como una falta de atención a las iniciativas de paz de Estados Unidos de América

En un comentario publicado en los recursos oficiales del Ministerio, el portavoz del departamento ucraniano, Georgiy Tkyi, destacó que las palabras del liderazgo ruso, en particular del vice Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Aleksandr Ghrushko, quien recientemente afirmó la supuesta necesidad de destruir todas las armas occidentales que Ucrania ha recibido de sus socios internacionales, son otra ilustración de la total indiferencia hacia los esfuerzos de EE.UU. y otros países para poner fin a la guerra. Según Tkyi, estas declaraciones demuestran que la parte rusa desprecia completamente cualquier paso diplomático y diálogo, y en su lugar continúa formando nuevas demandas absurdas e inapropiadas. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania subrayó que los funcionarios rusos aumentan casi a diario la tensión en el frente con ultimátums, mientras ignoran los esfuerzos de actores internacionales y los valiosos esfuerzos diplomáticos destinados a devolver la paz en la región. "Esta completa incapacidad, cinismo y falta de voluntad para tener en cuenta la opinión internacional confirman que Moscú se dedica deliberadamente a ignorar cualquier iniciativa diplomática y esfuerzos para encontrar una solución mediante negociaciones", afirmó Tkyi. Cabe recordar que en junio de este año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo una conversación pública con Vladimir Putin, en la que afirmó que el diálogo fue "bueno", aunque no se logró ningún avance hacia una paz rápida. Según Trump, Putin "respondió con mucha determinación" a su disposición a responder a la reciente actividad hostil de las aeródromos ucranianos usando misiles y drones, actividad que la parte rusa calificó como "acto de agresión". Los meses siguientes estuvieron marcados por un notable incremento en los combates, especialmente tras los ataques masivos con misiles y artillería dirigidos a la capital ucraniana y a la infraestructura regional. Así, el 17 de junio, Kyiv sufrió uno de los ataques más masivos, que se cobró la vida de 23 civiles y causó daños importantes en edificios y objetos de infraestructura urbana. No menos importante es el hecho de que, según medios, justo antes, la administración del expresidente Donald Trump disolvió un grupo interinstitucional que trabajaba en desarrollar estrategias de presión sobre Rusia para acelerar la paz y firmar acuerdos de negociación en Ucrania. Esto confirma que, hace apenas unos meses, no se lograron acuerdos diplomáticos para tomar medidas activas que aceleraran la resolución del conflicto, y la situación permanecía tensa. Esta política de ignorar los esfuerzos de la comunidad internacional es una señal clara de que las estrategias y acciones rusas están completamente encaminadas a prolongar el conflicto y buscar cualquier oportunidad para intensificar la presión sobre Ucrania y sus socios en la lucha por la paz y la seguridad.