Diputada de Dnipropetrovsk «salió a la luz» en un servicio militar ficticio: el DBR destapó un esquema masivo de engaño

Los empleados de la Oficina Estatal de Investigación (DBR) han obtenido la confirmación de un esquema a gran escala y bien elaborado de falsificación de documentos militares y obtención de pagos ilegales, en el que está involucrada una diputada del consejo regional de Dnipropetrovsk. Según fuentes oficiales, incluyendo el servicio de prensa del DBR y los datos proporcionados por las autoridades, se trata de una mujer que intentaba activamente utilizar su servicio militar para mejorar su imagen política y obtener beneficios económicos. Según la información divulgada a los corresponsales de "Ukrainskaya Pravda", las autoridades tienen motivos para hablar de Marianna Miroshnichenko, diputada en funciones del consejo regional de Dnipropetrovsk, quien probablemente utilizó documentos falsificados o manipulados para pasar por el proceso de servicio militar y recibir las correspondientes compensaciones y beneficios. Ya en 2023, la mujer decidió "hacer su nombre" en círculos políticos. Pasó por una comisión médica-militar, donde la declararon apta para el servicio en las Fuerzas Armadas — este paso fue mayormente formal o parte de una preparación para una futura carrera ficticia en la estructura militar. Después de esto, en base al informe obtenido, fue enviada a un centro de formación, donde se le asignó el rango inicial de "soldado". Sin embargo, un detalle clave es que la diputada no participaba realmente en las tareas militares. La relación con los abusos se complementó con su conocimiento con el subcomandante de una unidad militar. Él contactó al comandante de ese centro de entrenamiento con la propuesta de inscribir a la diputada en las listas del personal, pero sin participación real en capacitaciones o tareas militares. Para implementar el esquema, varias veces la diputada fue llevada en coche por su conductor al centro, después de lo cual podía pasar su tiempo libre a su antojo, como si las capacitaciones militares reales tuvieran lugar, pero en realidad no realizaba ningún servicio. Tras "completar" y registrar formalmente el entrenamiento militar, ella cambió varias veces de cargos en la estructura militar, incluyendo labores como telefonista en el grupo de comunicaciones del cuartel y trabajo en divisiones de inteligencia, manejando drones para ajustar ataques. Todas estas designaciones ficticias estaban únicamente en los papeles y solo servían para aumentar las "estadísticas" de acciones militares ficticias, sin un servicio real. Pero lo más importante es la obtención ilegal de salarios. Según los cálculos de los investigadores, durante el tiempo en que estuvo involucrada en el servicio ficticio, la diputada recibió ilegalmente más de 200 mil hryvnias, que gastó en necesidades personales, entretenimiento y otros caprichos. La investigación está convencida de que el esquema fue organizado por un grupo de los allegados más cercanos a la diputada, en particular se sospecha que el jefe del centro de formación y el subcomandante de la unidad ayudaron a ocultar su paso ficticio por el servicio militar. Los últimos firmaron documentos ficticios sobre el pago de salarios y otros cálculos, permitiendo que la diputada obtuviera dinero a través de todo este sistema. Actualmente, las autoridades ya le han notificado la sospecha de fraude y evasión del servicio militar en condiciones de estado de guerra. Además, la investigación se centró en la complicidad de los comandantes, en especial el director del centro de entrenamiento y otros coautores. Los sospechosos ya están siendo considerados para la adopción de medidas preventivas, como prisión preventiva, y a sus cómplices se les enfrenta a una condena de hasta 10 años de prisión. Por ahora, los investigadores y fiscales trabajan en la responsabilidad de todos los participantes en este esquema fraudulento, ya que los actos cometidos en tiempo de guerra tienen consecuencias particularmente graves para la seguridad del estado y la confianza en las instituciones militares. Se está preparando una acción procesal adecuada, que consiste en la notificación de sospecha, para esclarecer todos los hechos y evitar que casos similares ocurran en el futuro. Esta historia demuestra una vez más que la corrupción y el abuso en tiempo de guerra son un problema actual que requiere una respuesta estricta por parte de las instituciones de justicia. Es momento de fortalecer el control sobre los documentos militares y vigilar el cumplimiento honesto del servicio, para prevenir esquemas similares que dañen la imagen de las Fuerzas Armadas y socaven la confianza de la sociedad ucraniana en los órganos de defensa del estado.