Según la información recibida por la agencia Axios, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando actualmente la posibilidad de usar la fuerza militar contra los objetivos nucleares iraníes, especialmente en el contexto del aumento de la tensión en torno a Israel e Irán

Fuentes informan que altos cargos de EE. UU. están discutiendo activamente escenarios de ataques a infraestructuras clave de Teherán, entre ellas destaca una planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Fordo, uno de los elementos más importantes del programa nuclear iraní. Según la información obtenida por Axios de tres funcionarios estadounidenses, los detalles de esta discusión habrían sido objeto de una reunión especial en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca, que tuvo lugar el martes. Antes de esto, el presidente de EE. UU. tuvo que abandonar de emergencia la cumbre del Grupo de los Siete en Canadá para participar en esta importante reunión, lo que indica la gravedad del asunto y la creciente importancia del tema. De acuerdo con fuentes diplomáticas israelíes que también formaron parte del informe de Axios, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sigue convencido de que Trump podría tomar una decisión de intervención militar contra Irán en los próximos días. Esto genera un ambiente de tensión en la región y aumenta la probabilidad de que el conflicto pueda escalar más rápido de lo esperado. Mientras tanto, en sus apariciones públicas, Trump ha subrayado varias veces su intención de facilitar un posible acuerdo entre Irán e Israel, buscando retomar el diálogo diplomático. Sin embargo, los últimos acontecimientos sugieren un posible agravamiento de la situación. El presidente de EE. UU. volvió a estar en el centro de la tensión al lanzar el martes amenazas imprevistas y ordenar a las autoridades iraníes una "rendición incondicional". Estas declaraciones de Trump se produjeron en el contexto de demandas para poner fin al programa nuclear iraní y detener cualquier intento de obtener armas nucleares. Además, el vicepresidente de EE. UU., Džoe Vejn, señaló que la administración de Trump puede implementar nuevas medidas para impedir las ambiciones nucleares de Irán. Esto podría incluir nuevos pasos militares, aumentando la probabilidad de un escenario de conflicto bélico o una operación de fuerza contra objetivos iraníes. En general, la situación en Oriente Próximo vuelve a tensarse. Al mismo tiempo, las élites políticas y militares de EE. UU. expresan una narrativa cada vez más dura contra Teherán, mientras que los esfuerzos diplomáticos para reanudar las negociaciones siguen en un estado de incertidumbre. Se espera que las próximas acciones de la administración de Trump determinen no solo el destino del programa nuclear iraní, sino también la estabilidad regional, que continúa siendo uno de los puntos más críticos en la política mundial en las semanas venideras.