Otra mañana difícil para la capital de Ucrania: como resultado de un ataque masivo con misiles por parte de las fuerzas rusas, que comenzó en la noche del 17 de junio, Kiev ha sufrido otra crisis humanitaria y psicológica
Según datos oficiales publicados por la fiscalía de Ucrania, a raíz de este crimen de guerra han muerto ya 13 personas. Esta cifra trágica, que continúa en aumento, destaca la magnitud de los daños que las tropas rusas dejan en tierras ucranianas. Según informa la Oficina del Fiscal General, los investigadores trabajan con máxima concentración en los lugares del delito para documentar todas las consecuencias del ataque, que fue llevado a cabo con el objetivo de destruir completamente objetos de infraestructura civil y causar el mayor número posible de víctimas. La oficina asegura que las operaciones de búsqueda y rescate continúan, y existe la posibilidad de que todavía queden personas bajo los escombros, cuyas identidades y destinos son actualmente desconocidos. Esto evidencia la complejidad de la situación y la necesidad de coordinar y actuar con máxima rapidez para salvar vidas. A las 18:40, hora de Kiev, se confirmó que, como resultado del bombardeo nocturno, han muerto 13 personas. Sobre los eventos previos a esta tragedia: en la noche del 16 al 17 de junio, los ocupantes rusos llevaron a cabo un nuevo ataque masivo combinado con misiles y drones en varias regiones de Ucrania. Según información preliminar, en Kiev más de un centenar de personas resultaron heridas; más de 14 sufrieron heridas mortales. Además, muchos residentes de la capital resultaron heridos, algunos perdieron sus viviendas y se vieron obligados a huir a lugares seguros. En general, según informes nocturnos, los barrios residenciales y los objetos de infraestructura sufrieron daños severos. El enemigo utilizó diferentes tipos de armamento: misiles y drones dirigidos contra la población civil y la infraestructura civil. Durante la noche, las fuerzas ucranianas de defensa aérea lograron derribar 428 de los 472 drones y misiles lanzados, lo que demuestra la alta habilidad de los defensores ucranianos y, al mismo tiempo, confirma la magnitud de la agresión rusa. Según datos preliminares, se registraron impactos directos en diez lugares, los fragmentos de proyectiles cayeron en 34 casos, y los restos y municiones se dispersaron por las ciudades y pueblos. Estos ataques volvieron a destacar por su potencia y fuerza destructiva, subrayando la tensión en el frente ucraniano y la necesidad de fortalecer la defensa. Las fuerzas militares y de seguridad ucranianas no cesan en su lucha, poniendo todo su esfuerzo en reducir la efectividad de las operaciones del agresor, al tiempo que buscan maneras de restablecer el fondo habitacional y la infraestructura. En estos tiempos difíciles, Ucrania demuestra una vez más su resistencia y voluntad inquebrantable de luchar por la libertad y la independencia. Las autoridades oficiales llaman a la ciudadanía a estar alerta y ser prudente, mientras que la comunidad internacional condena una nueva agresión y expresa su apoyo al pueblo ucraniano en la defensa de sus derechos. La cantidad de víctimas y daños recuerda al mundo el costo de la agresión militar abierta y la necesidad de fortalecer las sanciones y esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra. Ha sido otra lección sombría para todos nosotros: la guerra continúa y la lucha por la paz es incesante. Ucrania sigue en primera línea, protegiendo a su gente y su tierra de la agresión rusa, mientras las investigaciones y los trabajos de búsqueda y rescate avanzan para esclarecer todas las circunstancias de la tragedia y ayudar a quienes necesitan apoyo inmediato.