En la llama de la noche: relatos estudiantiles sobre el devastador ataque de los drones rusos a un dormitorio en Kiev
El 17 de junio, cuando Kiev ya estaba en alerta por las sirenas nocturnas, volvieron a sonar las primeras explosiones. En esta ocasión, un ataque a uno de los mayores centros educativos de la capital, la Universidad Estatal "Instituto de Aviación de Kiev", anteriormente conocida como NAU. Los kamikazes drones rusos impactaron brutalmente en el dormitorio estudiantil, causando destrucción, heridas y temor que quedaron en los nuevos ecos de la ciudad ucraniana. Entre los escombros salían no solo ráfagas de pánico, sino también profundas confesiones de quienes sobrevivieron. Según testigos, en ese momento todos los residentes del dormitorio estaban en sus habitaciones. Un video publicado por "Ukrainska Pravda" capturó la magnitud de la tragedia: las ventanas estaban rotas, los muebles dañados y los fragmentos destruían todo a su alrededor. La estudiante Angelina relató que ella y una amiga estaban en su habitación y no creyeron en la advertencia de alarma antes del impacto. "Estaba acostada en la cama, reaccioné de inmediato, cubrí mi cabeza con las manos. Mi amigo estaba sentado en una silla, de espaldas a la ventana – él se cubrió. Resulté herida: tuve que coserme, tengo un hematoma, problemas en el oído y en el ojo. Pero simplemente tuve suerte. Si en ese momento hubiéramos estado de pie — no habríamos sobrevivido". La estudiante destaca que el momento de la explosión fue inesperado y aterrador: todavía no puede olvidar el fuerte estallido y la dramática situación repentina. "Ni siquiera escuchamos la advertencia. Es aún más descaro del enemigo. No ignoren las alertas aéreas, sigan las noticias, presten atención de dónde vienen los misiles y drones. La seguridad depende de nuestra conciencia", aconseja Angelina. Según informes, la ventana destruida por el impacto y la habitación quedaron completamente llenas de escombros. El video difundido por los estudiantes muestra la magnitud de los daños: muebles rotos, paredes dañadas, cristales y fragmentos — todo evidencia de la fuerza de la explosión. Solo unos minutos antes, el dormitorio era un hogar estudiantil normal, donde jóvenes se preparaban para dormir, y ahora es un lugar de destrucción y miedo. Otra estudiante, Anna, compartió su historia. Ella estaba en un refugio en ese momento, pero decidió arriesgarse y salir brevemente. "Tuve suerte — rara vez voy al refugio, pero esa noche decidí ver qué ocurría allí. Cuando regresé — vi la ventana rota y un montón de escombros. Fue un pavor real. No se puede ignorar la seguridad — hay que acudir al refugio ante las primeras alertas. Es nuestro deber y nuestra protección", dijo ella. La noche del 17 de junio se convirtió para los ucranianos en otro recordatorio de la brutalidad de la guerra. Rusia atacó no solo a Kiev con misiles y drones, sino de forma traicionera y deliberada. Como resultado de la noche de destrucción, ya se conocen 14 muertos y más de 114 heridos en la capital. Según las autoridades del Ministerio del Interior, en contra de las promesas y garantías, los misiles rusos volvieron a destruir bloques residenciales enteros. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, llamó a los residentes a ser lo más precavidos y responsables posible: en la ciudad han reaparecido pequeñas bolas metálicas y escombros, restos de los misiles rusos. Particular atención merece un peligroso "kit" metálico, que puede causar lesiones y complicar aún más la situación. Esto recuerda la necesidad de una vigilancia constante y de seguir las reglas de seguridad en tiempos de guerra. Esta noche confirmó una vez más que la sociedad ucraniana debe estar preparada para cualquier desafío, y que la unidad y la cautela son nuestras mejores armas en la lucha por la vida y el futuro propio. Recordemos: incluso en los tiempos más oscuros, la fuerza y la resistencia humanas son capaces de superar cualquier crimen contra la paz.