En Kiev, las consecuencias del ataque con misiles a un barrio residencial conmocionaron profundamente a los habitantes locales y obligaron a los rescatistas a trabajar las 24 horas en las condiciones más difíciles
Como resultado del golpe en un complejo residencial de nueve pisos, se han destruido plantas enteras, y desde los escombros llegan historias inesperadas de supervivencia y pérdida. Según la información oficial del Servicio Estatal de Situaciones de Emergencia (SESE), en la actualización matutina lograron rescatar al menos a uno de los residentes, pero aún permanecen desaparecidas al menos cinco personas, quienes no han podido contactar con sus familiares ni con los rescatistas. Según palabras de los representantes del SESE en sus mensajes en Telegram, los trabajos de rescate en el edificio afectado continúan sin cesar. Llevan a cabo la remoción de los escombros y la búsqueda de posibles supervivientes entre los restos, con el objetivo de salvar a cada persona que todavía se encuentra atrapada bajo los fragmentos. Una fuente informa que lograron liberar a otra persona del edificio demolido, que fue el objetivo de un misil ruso hostil. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa, ya que se acerca un nuevo día y no se sabe cuántos residentes más pueden permanecer bajo los escombros. Las autoridades locales y los rescatistas destacan que la remoción de los escombros continuará hasta que esté completamente finalizada, para asegurarse de la seguridad de todos los habitantes y esclarecer el destino de los desaparecidos. Señalan que la prioridad no solo es encontrar a los vivos, sino también proporcionar la atención médica y psicológica necesaria para los afectados. La mañana de ayer se convirtió en el momento más trágico: según datos oficiales, al menos 14 residentes de Kiev perdieron la vida en el ataque, y más de 60 personas resultaron heridas de diversa gravedad. Estos acontecimientos vuelven a recordar el alto costo de la paz y la seguridad, los cuales se pagan diariamente en esta ciudad ucraniana. A pesar del shock y el dolor, la comunidad local permanece unida, esperando los resultados de las labores de búsqueda y rescate y con la esperanza de que la vida pueda volver a la normalidad en los edificios dañados lo antes posible. Las autoridades instan a los residentes a mantener la calma y confiar en las fuentes oficiales de información, ya que cada minuto puede ser decisivo para salvar vidas o, lamentablemente, determinar el destino trágico de quienes permanecen bajo los escombros.