La Unión Europea se está preparando activamente para una nueva ronda de restricciones sancionatorias contra Bielorrusia en el marco del 18º paquete de medidas contra Rusia
Según fuentes en círculos diplomáticos de la UE, el proceso de coordinación de las nuevas medidas restrictivas ya se encuentra en su fase final, y sus detalles comienzan a aparecer en la agenda de las altas instancias. Según datos de "Euroactivismo", el 16 de junio en Bruselas tuvo lugar una nueva etapa de la reunión del Comité de representantes permanentes de la UE (Coreper), durante la cual se analizaron nuevas propuestas de sanciones adicionales contra Minsk. La principal novedad fue la inclusión de restricciones relacionadas con software de alta tecnología, que es activamente utilizado por las instituciones financieras rusas. Esto significa que la UE planea fortalecer el control sobre la infraestructura de software que respalda el funcionamiento de los sistemas bancarios rusos y reducir las posibilidades de eludir los mecanismos sancionatorios existentes. Se informa que para finales de esta semana se espera la preparación de un borrador actualizado de sanciones, que incluirá estas y otras nuevas medidas. Según comentarios de diplomáticos, las enmiendas dirigidas, presentadas el 16 de junio, se centraron principalmente en cuestiones del sector financiero y exclusivamente en el ámbito del software, pero pronto también se presentarán otras propuestas que ampliarán las restricciones sancionatorias contra Bielorrusia. De acuerdo con las fuentes, en las discusiones también se abordó el fortalecimiento de las medidas dirigidas contra el régimen ruso en su conjunto. En particular, las propuestas incluyen la introducción de nuevas sanciones contra las actividades de las empresas rusas en el ámbito de las criptomonedas, la restricción de los movimientos de los diplomáticos rusos en el territorio de la UE y un mayor control para impedir la evasión de los regímenes sancionatorios existentes. Sin embargo, como enfatizan las fuentes diplomáticas, la decisión final sobre la aprobación del paquete aún no se ha tomado, y actualmente mucho depende del trabajo técnico y político que continúa en formato de consultas no oficiales. Al mismo tiempo, llama la atención la posición de ciertos países miembros de la UE, en particular Hungría y Eslovaquia, que han declarado varias veces la posible bloqueo del 18º paquete de sanciones debido a su demanda de garantías sobre el suministro de recursos energéticos a la región. Según diplomáticos, muchos Estados miembros expresaron preocupación por la seguridad energética de la UE y plantearon la necesidad de garantizar un suministro estable de gas y otros recursos en caso de restricciones sancionatorias. Cabe recordar que en el borrador del 18º paquete de sanciones de la UE contra Rusia ya se incluye una propuesta para reducir el límite superior del precio del petróleo ruso desde los 60 dólares por barril actuales hasta 45 dólares. La comisaria europea Ursula von der Leyen, en sus últimas declaraciones, enfatizó que la decisión final debe tomarse en conjunto con socios internacionales, en particular los países del G7, y discutirse en la próxima cumbre del "Grupo de los Siete" en Canadá. Además, según fuentes diplomáticas, la UE en estos momentos no tiene la intención de reducir por sí sola el techo de precios, ya que una iniciativa de ese tipo probablemente no contará con el respaldo de una coalición global, en particular del "G7". Este asunto sigue siendo objeto de intensas negociaciones, y el desarrollo de los acontecimientos dependerá en gran medida de los acuerdos y entendimientos en política exterior. Por ello, en las próximas semanas se esperan varias series de consultas y posibles compromisos que definirán el futuro paisaje de la política sancionatoria de la Unión Europea respecto a la Federación Rusa y Bielorrusia.