Los ataques con misiles y drones rusos vuelven a sacudir las retaguardias ucranianas: casi 200 sistemas de ataque aéreo en un ataque a Ucrania
Durante la noche del 14 al 15 de junio, el espacio aéreo ucraniano volvió a sufrir una agresión a gran escala por parte de Rusia. Según información operativa de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el enemigo utilizó en los ataques más de 190 medios de ataque aéreo, entre los cuales se encontraban drones, misiles y armas aerobalísticas de diversos tipos. Más de la mitad de ellos — aproximadamente 167 — fueron neutralizados por las defensas ucranianas aún en el aire o en el proceso de intento de ataque a objetivos. Esto demuestra el alto nivel de defensa antiaérea del país, que enfrenta una agresión a gran escala, considerada una de las más potentes en los últimos tiempos. Según datos oficiales, esa noche Rusia empleó 194 medios de ataque. De ellos, 119 fueron derribados directamente por los sistemas de Defensa Aérea de Ucrania. Otra parte — 48 — se considera perdida, es decir, sus fragmentos y tecnología parcialmente destruida fueron localizados en tierra. Entre los medios destruidos, destacan especialmente los drones: en total, se abatieron 111, lo que se convirtió en la principal fuerza atacante del enemigo. Además de los drones, en el cielo aparecieron misiles de crucero y balísticos de alta precisión. En particular, los militares rusos utilizaron dos “Kinzhal” — misiles aerobalísticos capaces de desplazarse a alta velocidad y destruir objetivos a largas distancias. También se emplearon tres misiles de tipo “Iskander-K” y “Calibre”, así como dos “Iskander-M” estratégicos y un misil X-47М2 “Kinzhal”, todos ellos de alta precisión y alcance aéreo. Fuentes de las instituciones militares ucranianas informan que la principal dirección del ataque estuvo orientada hacia la región de Poltava, con especial énfasis en la ciudad de Kremenchuk. Esta ciudad se convirtió en el epicentro de destrucción y fragmentos: en varias áreas se registraron caídas de fragmentos de misiles y drones, creando un peligro para la población local y la infraestructura. El ataque con misiles fue acompañado por una potente salva de drones, la mayoría de los cuales eran imitadores — conocidos como “Shaheds”, utilizados por Rusia para reducir pérdidas en sus principales medios de ataque y para aumentar la presión psicológica sobre las defensas ucranianas y la población civil. Entre ellos, 183 drones eran del tipo Shahed. Al mismo tiempo, se emplearon misiles de tecnología avanzada de última generación: dos “Kinzhal” y “Iskander”, que cumplen roles de golpes estratégicos en objetivos importantes de la infraestructura y las fuerzas militares ucranianas. En general, el ataque nocturno confirma el alto nivel de preparación y concentración del ejército ruso para infligir golpes de máxima destrucción. La defensa ucraniana, aunque demuestra un gran profesionalismo y eficiencia que ayuda a reducir las pérdidas del enemigo, aún enfrenta desafíos complejos para evitar ataques a objetivos civiles y evitar daños masivos en las regiones que son objetivo de los ataques. Los observadores europeos y mundiales continúan llamando a intensificar el apoyo a Ucrania en su resistencia a la agresión y a mejorar la protección antiaérea, lo cual ayudaría a reducir las pérdidas y a garantizar la seguridad de los civiles. También es importante destacar que cada ataque no solo es un intento de romper la resistencia ucraniana, sino también una señal para la comunidad internacional sobre la necesidad de reforzar las medidas diplomáticas y militares para detener esta crisis humanitaria y estratégica que ya lleva varios años en curso.