Las fuerzas rusas intensifican sus acciones agresivas en el sector de Sieverodonetsk y ya llevan tres semanas consecutivas utilizando armas químicas prohibidas, lo que genera una creciente alarma entre los defensores ucranianos y la comunidad internacional

Chas Pravdy - 15 junio 2025 17:29

Esto ha sido reportado por diversas fuentes militares y analistas, destacando que la situación en esta zona está tomando matices de una escalada y desarrollo peligroso de los acontecimientos. Según los representantes de la brigada «Rubizh» de la Guardia Nacional de Ucrania, la situación en el frente en esta parte del país se está volviendo cada vez más tensa e impredecible. Según sus datos, el enemigo ha intensificado sus acciones de asalto, tratando de romper la defensa ucraniana con pequeños grupos móviles. La cantidad diaria de bombardeos de artillería en este sector alcanza aproximadamente doscientos, lo que representa un aumento significativo en comparación con semanas previas. Esto no solo indica que los ocupantes están concentrados en mantener sus posiciones, sino que también puede señalar intenciones de iniciar una operación terrestre a gran escala que tendría una importancia estratégica para las fuerzas rusas en la región. Lo que resulta especialmente preocupante es el uso de armas químicas. Ya lleva tres semanas que los defensores ucranianos detectan casos de uso por parte de las tropas rusas de municiones prohibidas que liberan sustancias tóxicas capaces de difundirse rápidamente en las posiciones defensivas. Los combatientes informan que estas municiones contienen sustancias que se dispersan velozmente por las trincheras, búnkeres y zonas bajas, causando lesiones graves en la salud y creando riesgos adicionales para la vida de los militares. Según expertos militares, estos ataques químicos son particularmente peligrosos debido a la rápida dispersión del agente tóxico y su capacidad para cubrir grandes áreas en cortos períodos de tiempo. Paralelamente, expertos y círculos diplomáticos llaman la atención sobre la historia del uso de armas químicas por parte de Rusia en este conflicto. En mayo de este año, la Unión Europea impuso sanciones a tres instituciones rusas acusadas de desarrollar y utilizar sustancias prohibidas. Organismos internacionales, como la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), ya han confirmado el uso de gas químico prohibido, como el CS, en la zona de combate — esto ocurrió en noviembre de 2024. El Ministerio de Defensa de Ucrania y la Jefatura General del Ejército ucraniano insisten en que Rusia utiliza sistemáticamente municiones químicas peligrosas en su táctica, combinándolas con armas militares tradicionales. El vocero del Estado Mayor, Capitán Dmytro Likhoviy, confirmó que las fuerzas rusas emplean no solo sistemas de artillería y misiles convencionales, sino también municiones equipadas con sustancias químicas peligrosas de tipo prohibido. Esto añade un nuevo nivel de amenaza para los defensores ucranianos, ya que el uso de armas químicas está prohibido por convenios internacionales y se considera una de las formas de guerra más criminales y moralmente reprobables. La comunidad internacional ya está reaccionando ante estas amenazas. La Unión Europea y Estados Unidos llaman a imponer sanciones más severas y fortalecer los controles para asegurar el cumplimiento de las normas internacionales, mientras las fuerzas ucranianas se preparan para los escenarios más adversos. Al mismo tiempo, Kiev insta a la comunidad mundial a intensificar los esfuerzos diplomáticos y tomar medidas para detener el uso de armas químicas, que podría tener consecuencias trágicas para la población civil. En general, la situación en el sector de Sieverodonetsk genera una creciente preocupación. Las fuerzas rusas no solo intentan romper el frente ucraniano sino que también emplean armas prohibidas, lo que crea desafíos adicionales para los defensores de Ucrania y subraya el alto nivel de agresividad e irresponsabilidad del país agresor. Expertos militares e internacionales señalan que esta etapa del conflicto requiere una respuesta internacional fortalecida y esfuerzos conjuntos para contener la escalada y prevenir una catástrofe humanitaria.

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