En la Sede General de las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha confirmado oficialmente que se realizó un ataque contra las instalaciones productivas de los drones militares rusos en la ciudad de Elábuga, en la República de Tatarstán
La información sobre esta operación apareció en el contexto de los esfuerzos de las fuerzas ucranianas por disminuir las capacidades del agresor para fabricar y utilizar drones para realizar ataques aéreos en el frente y en el territorio trasero de Ucrania. Según el Estado Mayor, la operación tuvo lugar el 15 de junio y formó parte de la estrategia integral de las Fuerzas Armadas de Ucrania para destruir objetos clave del complejo militar-industrial del país agresor. Esto permite reducir la capacidad de Rusia para emplear en gran escala drones para atacar la infraestructura civil y energética ucraniana, aumentando la resistencia del país. En el departamento de defensa ucraniano señalaron que sus unidades, incluyendo fuerzas especiales y otros componentes de las Fuerzas de Defensa de Ucrania, llevaron a cabo la operación de manera coordinada con diversos elementos del sistema militar ucraniano. En el comunicado de los representantes oficiales se enfatiza que los medios de ataque ucranianos alcanzaron el área del objetivo. Aunque los resultados exactos de la operación aún están siendo precisados y en el futuro podrían especificar la cantidad de objetos impactados o el grado de destrucción, ya se sabe que el objetivo fue destruido o dañado. Este ataque es una respuesta a declaraciones previas de funcionarios rusos, en particular del jefe de la República de Tatarstán, Rustam Minnikhánov, quien informó anteriormente sobre un ataque de drones ucranianos en la región de Yelábuga, donde los rusos establecieron la producción de drones de ataque. Minnikhánov destacaba en su comentario que el ataque ocasionó daños significativos y complicó las actividades productivas en la región. Este evento demuestra la efectividad del sistema de resistencia militar ucraniana, que ataca activamente las cadenas logísticas y de producción del enemigo, reduciendo sus capacidades para realizar ataques a gran distancia. El contexto de esta operación muestra que Ucrania continúa trabajando de manera decidida en la destrucción de objetos clave del complejo industrial-militar ruso, enfocados en reforzar su capacidad militar y eliminar amenazas a la vida y seguridad de la población ucraniana. Este ataque a gran escala confirma la gravedad de las intenciones de las fuerzas ucranianas para destruir las cadenas logísticas y productivas del adversario, además de demostrar la capacidad de Ucrania para emplear medios tácticos modernos para alcanzar sus objetivos estratégicos en esta guerra.