En la región de Jerson se ha registrado nuevamente una ronda de bombardeos rusos, que han resultado en heridas de al menos siete civiles en distintas localidades de la región

Como consecuencia de los ataques, realizados por el ejército del agresor el 15 de junio, se dañaron edificios residenciales y objetos de infraestructura, lo que profundiza aún más la crisis en la zona. Según informó la fiscalía regional de Jerson, la situación tensa ocurrió desde la mañana hasta la noche. De acuerdo con la investigación, las fuerzas rusas emplearon una amplia variedad de armas: drones, artillería, y sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, que intentaron deliberadamente destruir la infraestructura civil y atemorizar a la población. De acuerdo con la información oficial, como resultado de los ataques, siete residentes de la región resultaron heridos, cuatro de ellos en la localidad de Kоmishani, y otros tres en el barrio de Antonivka. Los heridos recibieron heridas leves y de gravedad moderada, y fueron rápidamente llevados a centros médicos para recibir atención necesaria. Afortunadamente, todavía no se han reportado víctimas civiles mortales. El portavoz oficial de la fiscalía subraya que se han destruido y dañado numerosas viviendas, así como objetos de infraestructura civil, lo que complica la vida de los residentes y pone en riesgo su seguridad. Se señala además que la situación continúa tensa, y las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley han iniciado investigaciones sobre las causas y circunstancias de los delitos. Este es una prueba más de que los ocupantes rusos siguen provocando deliberadamente una crisis en los territorios ocupados, violando convenciones internacionales y normas del derecho humanitario. Las autoridades locales llaman a la población a tener precaución, y a las fuerzas del orden y militares a reforzar las medidas de seguridad para prevenir más víctimas y daños. En general, la situación en el sur de Ucrania sigue siendo tensa, y los bombardeos y ataques continuos pueden agravar aún más la crisis humanitaria en la región, requiriendo una reacción urgente de la comunidad internacional y un mayor apoyo a la población ucraniana afectada por la agresión rusa.