Según los últimos informes de los medios de comunicación, la tensión en torno al conflicto entre Israel e Irán ha aumentado significativamente después de que el ejército israelí lanzara una serie de ataques contra objetivos relacionados con el programa nuclear iraní, y unas horas después Teherán respondió con un ataque con misiles contra objetivos israelíes

Pero lo que resulta especialmente interesante es la información de que Estados Unidos ha colaborado activamente con las fuerzas israelíes en la interceptación de los ataques con misiles iraníes, lo que añade un nuevo nivel de tensión global en previsión de un posible agravamiento del conflicto. Según fuentes publicadas por la agencia Axios, que cita a altos dirigentes de ambas partes, tanto israelíes como estadounidenses, Washington brindó apoyo mediante un sistema de defensa antimisiles para ayudar a Israel a repeler los misiles balísticos iraníes. En los informes se afirma que Estados Unidos movilizó sus sistemas más avanzados de defensa antiaérea para proteger no solo a los civiles israelíes, sino también a las instalaciones diplomáticas y militares estadounidenses en el país. Esto subraya la gravedad de la situación y el nivel de alianza estratégica entre ambos países en el contexto de la seguridad regional. Es evidente que la asistencia de Estados Unidos no se limitó solo a la provisión de tecnología, sino que también implicó un apoyo directo en la interceptación de los ataques con misiles por parte de las fuerzas iraníes. Un funcionario estadounidense anónimo confirmó que EE. UU. activó sus sistemas de defensa antimisiles para proteger a sus aliados. Monitoreaban los lanzamientos y, cuando era posible, interrumpían los ataques con misiles, lo que de ese modo contribuía a reducir el alcance de una posible escalada catastrófica. Mientras tanto, el presidente francés Emmanuel Macron emitió una declaración oficial en la que resaltó que su país apoya el derecho de Israel a la autodefensa y que, en caso de futuras acciones por parte de Irán, Francia estará preparada para brindar la ayuda correspondiente. Esto indica que no solo la Unión Europea, sino también países del este y del oeste, han unido sus posiciones en respaldo a la seguridad israelí, con llamamientos a una resolución diplomática del enfrentamiento. Se sabe que en la noche del 13 de junio, las fuerzas israelíes llevaron a cabo ataques contra varias instalaciones en Irán, incluyendo centros de mando, conexiones relacionadas con el programa nuclear y objetivos militares situados cerca de instalaciones nucleares. La razón oficial fue prevenir la posible creación y uso de armas nucleares por parte de Irán. Se trató de una acción unilateral del ejército israelí, aunque se sabe que Estados Unidos tenía información previa sobre el ataque inminente y, en parte, lo apoyó para evitar una escalada masiva del conflicto. Los países europeos, incluida Francia, hicieron un llamado a ambas partes, Irán e Israel, a abstenerse de realizar más acciones y a recurrir a la solución diplomática del conflicto. Proponen reactivar las negociaciones para evitar una escalada y, por lo tanto, la comunidad internacional todavía tiene una oportunidad para detener este desarrollo dinámico y potencialmente catastrófico de los acontecimientos. Es evidente que la situación continúa siendo tensa, con un alto riesgo de escalada hacia un conflicto abierto de gran escala. Al mismo tiempo, el papel de Estados Unidos, de los socios europeos y de Israel en este enfrentamiento resulta determinante, pues mucho dependerá de la reacción internacional para modificar el curso de los hechos y de la posibilidad de contener la crisis regional.