En la región de Jersón se han vuelto a registrar bombardeos por parte del enemigo, tras los cuales cinco civiles más han resultado heridos

Chas Pravdy - 14 junio 2025 08:21

Según la Administración Militar Regional de Jersón, todos los afectados son residentes de diferentes localidades de la región, que llevan ya cuatro semanas consecutivas bajo el constante acoso de las fuerzas militares rusas. Según los informes, durante el 13 de junio los ocupantes rusos llevaron a cabo ataques dirigidos contra barrios residenciales, intentando atemorizar a los habitantes locales y sembrar destrucción. Como resultado de estas acciones, varias edificaciones de varios pisos fueron dañadas, así como viviendas particulares. Por datos preliminares, se registraron daños en al menos seis viviendas privadas, que fueron objetivo de ataques con fuego por parte del enemigo. Además, las tropas rusas destruyeron una estación de gasolina en la región, creando un problema adicional para el suministro de combustible a los residentes y militares locales, y también arruinaron varios vehículos privados, dañaron una tubería de gas, un garaje y la infraestructura en las propiedades privadas. Los expertos señalan que los bombardeos fueron acompañados no solo de disparos, sino también de posibles explosiones, creando tensión y pánico entre la población. A raíz de estos acontecimientos, en el entorno también se registraron ataques a gran escala en la vecina Sumy: allí, las fuerzas de ocupación rusas realizaron más de treinta lanzamientos desde vehículos aéreos no tripulados, así como diez golpes con cañones calibrados —los llamados KABs. Según datos preliminares, no se han reportado víctimas ni heridos civiles como resultado de estas acciones dirigidas. Sin embargo, esta actividad del enemigo confirma nuevamente que la situación en las regiones fronterizas continúa siendo tensa, y que la amenaza de nuevos ataques a gran escala sigue siendo muy alta. Los analistas destacan que las fuerzas rusas continúan utilizando tácticas de terror para atemorizar a los residentes urbanos y aumentar la presión psicológica sobre la población ucraniana. Las autoridades locales y los servicios de seguridad hacen un llamado a los ciudadanos para que tengan la máxima precaución, sigan las recomendaciones y permanezcan en refugios durante las alarmas. Actualmente, la situación en la región sigue siendo complicada y requiere atención reforzada por parte de las fuerzas militares y las autoridades gubernamentales, ya que cada nuevo bombardeo implica un riesgo para la vida y las propiedades de los civiles.

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