Durante la noche del 14 de junio, las fuerzas antiaéreas ucranianas registraron nuevamente un ataque masivo de drones rusos, uno de los más grandes en cuanto a la cantidad de drones utilizados en el marco de la agresión armada
Según datos de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el enemigo realizó una estimación con 58 drones de combate, de los cuales lograron destruir 43: 23 fueron completamente derribados en el aire, mientras que 20 desaparecieron de los radares y fueron pérdidas para el adversario. En total, los drones rusos intentaron atacar varias regiones clave del país, principalmente en el este y el sur de Ucrania. Los objetivos principales de los ataques fueron las provincias de Járkov, Donetsk, Dnipropetrovsk y Zaporiyia, donde los sistemas de defensa aérea ucranianos se activaron casi de inmediato, destruyendo la mayor parte de los drones enemigos en el aire. Según datos clarificados por las fuerzas militares, nueve localidades fueron impactadas, y en cinco de ellas se registraron caídas directas de los drones enemigos destruidos, lo que indica que los drones de combate rusos probablemente alcanzaron sus objetivos, aunque su impacto efectivo se reduce gracias a la alta habilidad de las fuerzas de defensa aérea de Ucrania y a los medios modernos de defensa. Claramente, el ataque nocturno es otra muestra de la incapacidad de Rusia para reducir su actividad en el espacio de seguridad de Ucrania. Los expertos militares enfatizan que los ataques constantes con “shaheds” y drones plantean un desafío serio a la defensa ucraniana, pero al mismo tiempo demuestran la efectividad de los sistemas PVO, que neutralizan con éxito la mayor parte de las amenazas. En general, esta táctica con drones se está convirtiendo en una práctica habitual del ejército ruso, y nuestros defensores deben ganar experiencia con cada ataque, mejorar los medios de defensa y prevenir daños a la infraestructura civil y a los objetivos militares. Actualmente, las fuerzas ucranianas continúan luchando y fortaleciendo sus posiciones para proteger cada barrio de nuevos intentos del enemigo de atacar desde el cielo.