Durante la noche del 14 de junio, la situación en la región se intensificó nuevamente: Irán inició un ataque masivo con misiles contra el territorio de Israel, lo que provocó un gran revuelo en los medios de comunicación mundiales y llevó a una nueva escalada de la tensión en la brillante y vulnerable región de Oriente Medio
Según información disponible, en la mañana del domingo, cientos de residentes de Tel Aviv y Jerusalén escucharon fuertes explosiones y un disparo de misiles que se extendió por el cielo nocturno. De acuerdo con fuentes, incluido el Agencia Associated Press y análisis especializados, los ataques con misiles fueron dirigidos y de gran escala —probablemente varios misiles fueron lanzados simultáneamente desde territorio iraní o desde zonas bajo control de sus tropas, con el objetivo de realizar golpes de alta precisión en objetivos estratégicos. Especial atención merecen los testimonios de testigos en Tel Aviv. Según informan, uno de los proyectiles impactó, presuntamente, en un edificio de oficinas de varios pisos en el centro de la ciudad. Las fuentes oficiales confirman que el ataque ocurrió en el barrio histórico, tocando uno de los rascacielos modernos, lo que subraya no solo el aspecto militar sino también el político y económico del ataque. En las grabaciones publicadas en redes sociales, se puede ver que las explosiones en el centro de Tel Aviv generaron pánico entre los residentes: se escuchan voces de personas gritando y tratando de evacuar, y una nube de humo negro se eleva en el cielo. Además, en Jerusalén y otras ciudades clave del país, sonaron alertas de advertencia y se registraron fuertes explosiones, lo que aumentó la tensión de la situación. Otra fuente, Clash Report, especializada en noticias militares y de seguridad, confirmó que varias misiles fueron lanzados desde plataformas de misiles sobre territorio israelí. Se señala que algunos de ellos alcanzaron blancos en el centro de Tel Aviv, causando daños en edificios de varias plantas. En las fotografías oficiales compartidas en línea, se pueden ver escombros y edificios destruidos, evidencia de la alta efectividad y el riesgo simultáneo de un ataque con misiles. Esta nueva agresión se convirtió en un punto más en la escalada entre Irán e Israel, que, según los analistas, tiene consecuencias no solo para la seguridad local sino también para la tensión en la región en general. Es evidente que un ataque de tal magnitud por parte de las fuerzas iraníes crea un nuevo nivel de amenaza, contra la cual el ejército y los servicios de inteligencia israelíes deberán luchar. Los centros operativos especiales en Tel Aviv y Jerusalén ya han declarado un aumento en su preparación combativa y han instado a los residentes a tener precaución y evitar zonas peligrosas. Por el momento, los representantes oficiales de Israel mantienen silencio respecto a la magnitud y las consecuencias del ataque con misiles, pero en círculos diplomáticos ya se discuten los próximos pasos, posibles respuestas y acciones para detener una nueva ola de agresión. En general, esta noche en Oriente Medio ha sido una de las más calurosas en mucho tiempo, y sus consecuencias pueden determinar la futura dinámica diplomática y militar en la región. La situación sigue siendo tensa, y todo el mundo está atento a los acontecimientos, ya que cualquier nueva escalada podría desencadenar un conflicto a gran escala con consecuencias duraderas.