Dentro del marco de la próxima fase de esfuerzos diplomáticos y humanitarios, en Estambul se llevaron a cabo actividades de gran escala para el retorno de los cuerpos de ciudadanos ucranianos, quienes valoran por encima de todo su independencia y soberanía
Según el informe del Estado Mayor de Coordinación sobre el tratamiento de prisioneros de guerra, el 14 de junio se entregaron a Ucrania otros 1200 cuerpos, presumiblemente pertenecientes exactamente a ciudadanos ucranianos, incluidos nuestros soldados que lucharon heroicamente para defender al país. Esta noticia se convirtió en una etapa importante de los esfuerzos del gobierno ucraniano y de sus socios internacionales para el retorno de los fallecidos, con el objetivo de honrar su memoria dignamente y establecer la verdad sobre el destino de cada uno de ellos. Según la información recibida del Estado Mayor, es necesario subrayar que actualmente la identificación precisa de los cuerpos sigue en duda, ya que la confirmación oficial de la pertenencia de los cuerpos a ucranianos se basa únicamente en declaraciones rusas, lo que genera la necesidad de realizar peritajes objetivos e independientes. Por el momento, las autoridades ucranianas, en colaboración con instituciones expertas del Ministerio del Interior, se preparan para llevar a cabo peritajes y análisis exhaustivos destinados a identificar a cada uno de los cuerpos. Este proceso es complejo, pero imprescindible, con el fin de determinar los datos personales reales de los fallecidos y garantizar su entierro digno según un estándar ucraniano unificado. Este evento vuelve a subrayar la importancia de los esfuerzos diplomáticos de Ucrania y la cooperación internacional en la lucha por la verdad y la justicia para los ciudadanos fallecidos, independientemente de las circunstancias. El retorno de los cuerpos no solo constituye un acto de humanidad y dignidad, sino también un paso hacia la revelación de la verdad, que ayudará a las familias y a la sociedad a entender mejor la magnitud de la tragedia. Al mismo tiempo, las autoridades ucranianas y las organizaciones expertas hacen todo lo posible para garantizar una identificación lo más objetiva y transparente posible, de modo que cada nombre no sea solo un número, sino una historia comprensible que quedará grabada para siempre en la memoria del país y de su pueblo.