La Asamblea General de la ONU hace un llamado urgente a cesar la guerra en Gaza: la postura ucraniana y la reacción mundial
El jueves 26 de octubre, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por consenso una resolución que pide el cese inmediato e incondicional de las hostilidades en el sector de Gaza. El documento, iniciado por la delegación española, fue una señal más de la comunidad internacional sobre la necesidad de detener la sangre y establecer un corredor humanitario para una solución pacífica al conflicto entre Israel y Palestina. Con la aprobación de la resolución votaron 149 países, lo que representa la mayoría absoluta de los miembros de la Asamblea. Los opositores al documento —que aún son bastante cautelosos en sus posiciones— votaron en contra 12 delegaciones, entre ellas Estados Unidos, Israel, Argentina y Hungría. También se abstuvieron Albania, Rumanía, Eslovaquia y la República Checa. Otros 19 países se abstuvieron de expresar públicamente su posición. En general, Ucrania apoyó la resolución, expresando su solidaridad con los esfuerzos internacionales dirigidos a poner fin a los combates en Gaza. Esto coincide con la postura de la mayoría de los países europeos, a excepción de Hungría, que expresó su oposición al documento. Al mismo tiempo, los diplomáticos ucranianos, junto con colegas de otros países, subrayan la necesidad de un alto el fuego rápido e incondicional con el fin de salvar vidas humanas y evitar una catástrofe humanitaria. La resolución, iniciada por España, pide la retirada inmediata de las fuerzas israelíes del sector de Gaza y el regreso de los rehenes retenidos por los combatientes de Hamas. También exige levantar el bloqueo y garantizar un acceso sin obstáculos a la ayuda humanitaria para la población civil, que actualmente se encuentra en una situación desesperada. El documento condena enérgicamente el uso del hambre como método de guerra, así como la prohibición de suministrar objetos necesarios para la supervivencia, que contribuyen a reducir el sufrimiento humano en la región. Sin embargo, cabe señalar que esta resolución de la Asamblea General de la ONU no tiene carácter vinculante, ya que estos documentos son de carácter recomendatorio. Esto refleja la esencia de las organizaciones internacionales, donde tiene mayor peso la influencia diplomática y la negociación, más que las obligaciones jurídicas. Un hecho importante fue que la semana pasada, Estados Unidos vetó un proyecto similar de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que también pedía un alto el fuego y el acceso de ayuda humanitaria a Gaza. Washington argumentó que esa resolución podría socavar los esfuerzos de EE. UU. para mediar en un acuerdo de paz y estabilizar la situación. Esto provocó una dura crítica por parte de muchos países miembros de la ONU y organizaciones internacionales, que subrayan la necesidad de detener la crisis humanitaria en la región. En cuanto a la reacción de Israel, el representante de ese país ante la ONU, Danon, condenó las acciones recientes de Hamas, en especial, el asesinato de al menos cinco empleados de misiones humanitarias. También expresó su insatisfacción con la postura de la Asamblea respecto al conflicto, calificándola de no lo bastante dura y no lo suficiente orientada a proteger los intereses israelíes. Esto vuelve a subrayar cuán opuestas son las perspectivas sobre esta crisis entre los países que participan en el proceso diplomático. En general, en los últimos meses, el conflicto en Gaza sigue siendo uno de los mayores desafíos para la diplomacia mundial. La resolución de la ONU es un recordatorio de que, incluso sin carácter vinculante, la comunidad internacional apoya la necesidad de medidas inmediatas e incondicionales para salvar vidas humanas y lograr la paz. Ucrania, que tradicionalmente apuesta por soluciones diplomáticas y humanitarias en los conflictos, vuelve a hacer un llamado a la cooperación y a esfuerzos conjuntos para encontrar soluciones a largo plazo que contribuyan a estabilizar la región y prevenir nuevas catástrofes humanitarias.