Israel podría usar la fuerza militar contra Irán en los próximos días — fuentes de los medios de comunicación

Chas Pravdy - 13 junio 2025 01:30

La amenaza de un ataque militar por parte de Israel a Irán ha sido puesta en la agenda en vísperas de una carrera diplomática a gran escala. Según información de fuentes estadounidenses e israelíes confiables, los dirigentes israelíes ya se están preparando para un posible golpe contra los objetos nucleares iraníes en el menor tiempo posible, potencialmente ya este domingo. Este escenario se vuelve cada vez más plausible en caso de que Teherán se niegue a detener el enriquecimiento de uranio en el marco de sus ambiciones nucleares, lo que genera inquietudes en Oriente Medio y más allá de la región. Los líderes de los gobiernos de dos aliados — Estados Unidos e Israel — han intensificado las negociaciones sobre posibles acciones. Según datos de la revista The Wall Street Journal, un alto funcionario israelí informó que el primer ministro Benjamin Netanyahu planteó la posibilidad de un ataque de este tipo en una conversación telefónica con el presidente estadounidense Donald Trump, que tuvo lugar el lunes. Fuentes cercanas a la administración estadounidense corroboran que hay una alineación de posiciones entre ambos países en cuanto al posible uso de la fuerza. La cooperación habitual entre Washington y Tel Aviv en operaciones militares generalmente se realiza dentro de los protocolos diplomáticos tradicionales. Sin embargo, cabe destacar que una señal tan contundente y clara como una advertencia sobre un posible ataque selectivo es inusual para Israel. Los funcionarios israelíes están transformando estas comunicaciones demostrativas en una forma de llamar la atención sobre la gravedad de la situación y presionar a Teherán a tomar una decisión: detener o no la producción de armas nucleares, o estar preparados para posibles acciones militares. Según fuentes, un funcionario muy bien pagado dentro del gobierno destacó que esta advertencia de inteligencia tiene como objetivo crear condiciones para que Irán tome decisiones de compromiso. En particular, busca ganar tiempo adicional para una resolución diplomática y al mismo tiempo recordar a las autoridades iraníes que las familias de militares y diplomáticos estadounidenses tienen la posibilidad y el derecho de abandonar la región a tiempo en caso de una escalada del conflicto. Analizando el contexto, es importante destacar que esta amenaza aumenta la tensión en Oriente Medio, que ya es caliente. Irán busca mantener activo su derecho a enriquecer uranio como parte de su programa nuclear. Al mismo tiempo, Teherán no oculta que cualquier golpe militar a sus instalaciones encontrará una respuesta adecuada. En primer lugar, Irán amenaza con atacar fuerzas militares estadounidenses y objetivos de infraestructura israelí en la región, aumentando el escenario de un posible escalamiento. La historia del conflicto alrededor del programa nuclear iraní tiene antecedentes. El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha expresado varias veces la posibilidad de usar la fuerza militar contra Teherán, aunque también ha mostrado interés en encontrar una solución diplomática. Según él, considera más prudente continuar con las negociaciones, que a su juicio, tienen la posibilidad de reducir las tensiones. Una tensión aún mayor en la situación la aportó una llamada telefónica entre Trump y Netanyahu, justo antes de que expirara un plazo de dos meses — el período establecido por la administración estadounidense para alcanzar acuerdos con Irán. En esa conversación, el presidente de EE. UU. insistió en que todavía existe una oportunidad para una solución diplomática y que no desea recurrir a acciones militares, aunque mantiene la situación bajo atención rigurosa. Las perspectivas de desarrollo de los acontecimientos dependerán de cómo reaccione Teherán a la ultimátum y qué grado de compromiso esté dispuesto a aceptar. Se espera que los representantes iraníes hagan una declaración oficial esta semana, y, según expertos, podrían abandonar sus posiciones anteriores. En general, la situación en la región permanece extremadamente tensa. Israel y EE. UU. se preparan para diferentes escenarios, pero la prioridad sigue siendo una resolución diplomática. Sin embargo, las amenazas de usar la fuerza continúan en la agenda. Al mismo tiempo, la posibilidad de un conflicto militar con Irán aumenta el riesgo de un enfrentamiento a mayor escala, que podría tener consecuencias para toda la estabilidad y seguridad regionales.

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