El Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, expresó optimismo sobre las perspectivas de firmar un acuerdo de paz integral con Azerbaiyán ya para fines de 2025
Durante su participación en el foro internacional GLOBSEC 2025 en Praga, anunció su intención de concluir las negociaciones prolongadas y disolver todos los mecanismos estructurados creados en el marco del Grupo de Minsk de la OSCE, que hasta ahora servían como una plataforma vasalla para los esfuerzos diplomáticos destinados a resolver el conflicto. Según el primer ministro, esta perspectiva es completamente realista y responde totalmente a los intereses de Ereván. Sin embargo, resaltó la importancia de considerar uno de los matices clave: garantizar que, en el proceso de resolución del conflicto, no surja una situación en la que la cuestión de la pertenencia territorial de Armenia quede nuevamente amenazada tras la resolución de ciertos aspectos en territorio de Azerbaiyán. Pashinyan subrayó que en Bakú todavía se escuchan demandas de disolución de los mecanismos del Grupo de Minsk de la OSCE, así como el no reconocimiento y reconocimiento de algunas pretensiones territoriales en Armenia, que cubren cerca del 60% de su territorio soberano, denominado por círculos azerbaiyanos como "Azerbaiyán Occidental". En su opinión, esto puede materializar completamente pretensiones territoriales y políticas contra Armenia, las cuales deben evitarse en cualquier posible acuerdo. “Pero la principal decisión sigue siendo — firmar un acuerdo de paz y, al mismo tiempo, eliminar del sistema de plataformas de negociación aquellos mecanismos que ya no corresponden a las realidades actuales”, declaró Pashinyan. Hizo un llamado a la parte armenia para que busque implementar esta concepción al menos antes de fin de año, con el fin de estabilizar la situación y sentar las bases para una ulterior resolución pacífica. Al mismo tiempo, el primer ministro aseguró que Armenia está lista para reanudar y dinamizar rápidamente el proceso de negociaciones con Bakú, para firmar y aprobar el documento final. Según su opinión, es importante que la parte armenia mantenga su determinación y objetividad para alcanzar un compromiso que satisfaga a ambas naciones y reduzca la tensión en la región. En general, cabe señalar que la cuestión de la resolución del conflicto en torno a Nagorno-Karabaj y del acuerdo de paz a largo plazo sigue siendo sumamente compleja y multilateral. Azerbaiyán y Armenia se encuentran en un estado de guerra fría desde hace más de tres décadas tras haberse declarado independientes, y la escalada de hostilidades en 2020 y 2023 condujo a intervenciones críticas y a la reconfiguración de los territorios controlados. Armenia mantiene su postura en defensa de su soberanía y seguridad, mientras que Bakú insiste en sus demandas de reconocimiento del “Azerbaiyán Occidental” y en la incorporación de cambios pertinentes en los documentos constitucionales. Actualmente, ambas partes toman los primeros pasos en un largo y arduo camino hacia un acuerdo de paz, con la esperanza de superar las heridas del pasado y estabilizar la región. Se espera que los próximos meses sean decisivos para definir el futuro formato de las relaciones y para establecer condiciones y garantías concretas que permitan evitar nuevos conflictos. Analistas ucranianos e internacionales prestan especial atención a estos procesos, percibiendo un potencial para una paz duradera en el Cáucaso si las partes logran encontrar una solución de compromiso que tenga en cuenta los intereses de todos los actores involucrados.