El exdiplomático estadounidense Kurt Volker expresó escepticismo sobre las perspectivas de lograr una paz verdadera con Rusia

Chas Pravdy - 13 junio 2025 10:56

Según él, la probabilidad de que el conflicto pueda terminar en un entendimiento mutuo y una estabilización a largo plazo es muy baja. En cambio, el diplomático destacó que un paso acertado en las condiciones actuales sería aplicar la presión financiera máxima sobre el Kremlin con el objetivo de reducir la capacidad de la dirección rusa para financiar la guerra y mantener el control sobre los territorios ocupados. En su intervención en el foro GLOBSEC-2025 en Chequia el 13 de junio, Volker afirmó que para lograr incluso un cese al fuego (sin garantía de su duración o de una paz duradera), es necesario “estrangular” las fuentes de financiación de Putin. A su juicio, precisamente la presión económica puede debilitar al máximo la capacidad de la élite rusa para sostener la guerra sin los ingresos generados por el sector petrolero y gasífero, así como otras fuentes que aseguran la estabilidad del régimen. El exenviado especial de EE. UU. subraya que la política de EE. UU. en materia de agresión debe asegurar con firmeza un suministro continuo de equipamiento militar a Ucrania, incluso en esquema pagado, para no crear una carga adicional para los contribuyentes estadounidenses. Además, señala que el presidente Donald Trump podría jugar un papel importante en este contexto, siendo actualmente una figura clave en las discusiones políticas en torno a las sanciones. Volker hace un llamado a intensificar activamente la defensa de Ucrania, destacando que Rusia trata de reorganizar sus tropas y fortalecer sus posiciones en los territorios temporalmente ocupados. Asegura que el objetivo de Occidente no es atacar Rusia ni tomar Moscú, sino prepararse para un enfrentamiento prolongado y tenso para mantener y recuperar los territorios ucranianos. Comentando el próximo proyecto de ley sobre nuevas sanciones, actualmente en revisión en el Senado de EE. UU., Volker evalúa de manera crítica la política anterior de la administración de Joe Biden. Según él, hace tres años las sanciones eran bastante indulgentes y contenían numerosas excepciones, especialmente en pagos a bancos rusos por energía. Esto, en su opinión, permitía a el Kremlin mantener la estabilidad financiera sin sentir una presión económica significativa, fortaleciendo así la capacidad de Putin para continuar la guerra. El nuevo paquete de sanciones, según el diplomático, prevé medidas más estrictas: mantiene las restricciones principales, cierra las vías para evadir las sanciones a través de la “flota en la sombra,” elimina las excepciones previas y establece mecanismos sancionatorios severos para las empresas y personas que ayuden a Rusia a evadir las restricciones. Volker está convencido de que estas medidas pueden crear un mecanismo de contención potente y, combinadas con una política de reducción de los precios mundiales del petróleo, socavar significativamente la base económica del Kremlin y sus posibilidades de continuar la guerra. Cabe señalar que varios senadores republicanos, como Lindsey Graham, así como algunos demócratas, como Richard Blumenthal, expresaron su apoyo al fortalecimiento de las sanciones en el Senado. Presentaron un proyecto de ley que propone medidas adicionales de presión económica contra Rusia en respuesta a su negativa a un alto el fuego y con el fin de acelerar la terminación del conflicto. Entre las medidas propuestas están la imposición de aranceles superiores al 500 % sobre bienes importados de países que apoyan el petróleo ruso, además de ampliar el régimen de sanciones y reforzar el control del flujo de capitales. Sin embargo, según recientes informes de los medios, también existen diferencias en los enfoques políticos respecto a las sanciones. El expresidente Donald Trump ha declarado su intención de suavizar algunas de ellas, aunque también subraya que, si fuera necesario, está listo para imponer nuevas restricciones. El político enfatiza que el régimen de sanciones de la UE y EE. UU. debe ser flexible, dependiendo de la situación política y de la evolución del conflicto, y no estrictamente drástico y sin alternativa. En general, los expertos coinciden en que fortalecer las sanciones económicas, considerando las realidades actuales, es una de las herramientas más efectivas para presionar al Kremlin y acelerar la finalización de la guerra que Rusia ha iniciado contra Ucrania. Sin embargo, si estas medidas lograrán el resultado deseado y cambiarán el rumbo de la dirección rusa, sigue siendo una cuestión de desarrollo del enfrentamiento diplomático y económico.

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