Donald Trump declaró la posibilidad de un ataque militar de Israel contra Irán, pero al mismo tiempo expresó su deseo de evitar una escalada del conflicto, confiando en la diplomacia y en la continuación de las negociaciones
Esto se convirtió en uno de los temas principales en su discurso durante la firma de varios proyectos de ley en la Casa Blanca el jueves, lo que despertó un considerable interés en los medios de comunicación estadounidenses y europeos. El presidente de EE. UU. insinuó abiertamente la probabilidad de uso de la fuerza en la región, al responder a preguntas de los periodistas sobre el posible alcance de ataques israelíes a objetivos nucleares en Irán. Según Trump, no niega que estas acciones sean completamente posibles, y aunque no las considera la perspectiva más cercana, no las descarta por completo. "No quiero decir que esto sucederá mañana o en el próximo futuro. Pero la realidad es que es completamente posible", subrayó. Al mismo tiempo, Trump enfatizó que EE. UU. prefiere soluciones diplomáticas para resolver la crisis nuclear, confiando en la continuación de las negociaciones con Teherán. Según sus palabras, Irán no debe obtener armas nucleares, y Washington hará todo lo posible para ayudar al régimen iraní a lograr un desarrollo pacífico y un crecimiento económico. "Quiero que Irán esté bien. Deseamos su éxito y estamos dispuestos a ayudar en estos procesos. Nosotros comerciamos, apoyamos el diálogo diplomático y participamos en buscar soluciones mediante negociaciones", indicó Trump. Estas palabras se pronunciaron en medio de una creciente preocupación en Washington, en la Casa Blanca y en Medio Oriente sobre una posible rápida escalada de tensiones. La prensa informa que la parte estadounidense ha comenzado a tomar medidas preventivas, incluyendo advertencias para los ciudadanos que se encuentran en la región y una evacuación parcial del personal diplomático de los países del Medio Oriente debido al aumento de los riesgos de un conflicto militar. Es importante señalar que las tensiones en la región han aumentado en vísperas de importantes conversaciones diplomáticas. El lunes, Trump tuvo una breve pero significativa llamada telefónica con el primer ministro de Israel, Binyamin Netanyahu. En la conversación, los líderes discutieron la posibilidad de alcanzar un acuerdo nuclear con Teherán y reconocieron que aún existe una oportunidad para una solución diplomática, y que el uso de medios militares no es la opción final para resolver el conflicto. Según fuentes, esto es precisamente lo que guiaba las decisiones en los círculos diplomáticos, ante la cercanía de una fecha límite. Los analistas informan que el plazo para llegar a un acuerdo entre Estados Unidos e Irán sigue siendo de unos pocos días: Trump dio a la parte iraní dos meses para aceptar las nuevas condiciones del acuerdo, tras lo cual probablemente se tomará una decisión sobre la posible utilización de la fuerza. Las autoridades iraníes rechazaron oficialmente cualquier compromiso en vísperas de sus pasos en este juego diplomático. Al mismo tiempo, los expertos señalan que la situación sigue siendo tensa y con riesgos de escalada considerables, ya que ambas partes buscan consolidar sus posiciones al máximo. Por lo tanto, los próximos días serán decisivos en cómo se desarrollarán los acontecimientos en torno al programa nuclear de Irán y la seguridad regional. Al mismo tiempo, en EE. UU. continúan subrayando que cualquier decisión sobre el uso de la fuerza es un último recurso, y que se esforzarán por mantener los enfoques diplomáticos para evitar un conflicto bélico abierto, que podría tener consecuencias catastróficas para toda la estabilidad de la región.