Despliegue del juego diplomático: Kellogg expresa sus ambiciones para poner fin a la guerra y que Rusia vuelva a las estructuras internacionales

Chas Pravdy - 12 junio 2025 17:54

El representante especial del presidente de EE. UU. para Ucrania, Kitt Kellogg, hizo recientemente una declaración impactante durante un foro en Bruselas, que llamó inmediatamente la atención de la comunidad internacional. Según sus palabras, Washington no solo busca poner fin al conflicto armado en territorio ucraniano, sino también desea que Rusia retome el camino de la diplomacia y la cooperación mediante "el regreso a la Liga de Naciones", organización internacional histórica para el mantenimiento de la paz y la seguridad. Hablando desde la tribuna del Foro de la Fundación Alemana Marshall, Kellogg enfatizó que Estados Unidos tiene una visión clara de cómo debe ser la solución final del conflicto. Según él, la estrategia implica varios pasos consecutivos, siendo el primero—un alto el fuego justo en el lugar donde actualmente ocurren los combates activos. En consecuencia, se trata de un cese inmediato del fuego en la línea del frente, que debería detener la masacre y permitir comenzar a resolver a largo plazo los problemas. Luego, en el plan de EE. UU., se incluye el retorno de rehenes y prisioneros que se encuentran en territorios temporalmente ocupados, especialmente en las zonas de combate. Esta parte, afirmó Kellogg, puede hacer que cualquier alto el fuego sea estable y duradero, ya que el regreso de los prisioneros será un símbolo importante de confianza y progreso. Sobre los objetivos del amplio acuerdo internacional, el diplomático comentó: «Buscamos que Rusia vuelva a lo que yo llamaría la Liga de Naciones. Es una estructura colectiva que une a los países para la cooperación y el aseguramiento de la paz. Todos estamos interesados en trabajar juntos para que los resultados de este proceso sean duraderos y estables para Ucrania, Europa y el mundo en general». Esta declaración subraya el deseo de EE. UU. y sus socios de encontrar un camino de compromiso para salir de la crisis, aunque añade que la decisión final depende de ambas partes, y Kiev insiste en un cese del fuego incondicional, no en condiciones. A la luz de estas declaraciones, se han intensificado también las especulaciones sobre posibles escenarios para futuras negociaciones, en las cuales Kiev ha sido informada y ha definido su postura. Al mismo tiempo, no todo transcurre sin dificultades. Moscú insiste en sus condiciones, y su documento, publicado a finales de mayo por agencias de información estatales rusas, detalla la conceptualización rusa para una solución pacífica. Propone elecciones en regiones temporalmente ocupadas, como Zaporiyia, Donetsk, Luhansk y Jersón, y la firma de un acuerdo internacional de paz. Además, el Kremlin exige que Ucrania reconozca oficialmente la independencia de estas regiones, así como la admisión de Crimea, anexionada en 2014, como parte de la Federación de Rusia. Asimismo, como condiciones para poner fin al conflicto, se propone la neutralidad de Ucrania, la renuncia a ingresar en cualquier alianza militar y la prohibición de desplegar fuerzas militares extranjeras en su territorio. Especialmente notable es la idea de hacer que el idioma ruso sea oficial en Ucrania, lo cual Moscú considera un paso necesario para garantizar relaciones "armoniosas" en el espacio ucraniano, históricamente complejo y multiétnico. En un contexto de tensión creciente, en EE. UU. y Europa aumenta la atención al análisis de las intenciones rusas respecto a la finalización de la guerra. En particular, el expresidente de EE. UU. Donald Trump hizo el 28 de mayo una declaración ambigua que generó muchas discusiones en círculos diplomáticos. Anunció que en dos semanas tendrá una "respuesta" sobre si realmente "Putin quiere acabar con la guerra" en Ucrania. Esto sugiere una posible cambio en los cálculos políticos externos del Kremlin. Mientras tanto, en un lado continúan las negociaciones diplomáticas, y del otro, los representantes rusos defienden sus posiciones. El viceministro de Defensa y Seguridad de Rusia, Dmtiri Medvédev, en comentarios del 3 de junio, subrayó que el principal objetivo de su participación en encuentros de paz en Estambul es “asegurar la victoria de Rusia”, y no lograr la paz en esta guerra. Esto indica que, para el Kremlin, la diplomacia es solo una herramienta más para alcanzar sus metas estratégicas, y no un fin en sí mismo. Por lo tanto, frente a la parte ucraniana y a los socios occidentales, se presenta una tarea compleja: mantener este movimiento diplomático en la vía del acuerdo pacífico y evitar el riesgo de una escalada mayor, defendiendo firmemente los intereses de soberanía y seguridad de Ucrania. Al mismo tiempo, el mundo observa atentamente cómo en esta encrucijada de maniobras políticas y diplomáticas aparecen nuevos matices y escenarios posibles de desarrollo, con la esperanza de encontrar un camino para poner fin a la guerra y estabilizar la situación en tierras ucranianas.

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