Los ocupantes rusos volvieron a lanzar un ataque aéreo sobre Kupiansk, lo que provocó daños a gran escala y pérdidas humanas
Alrededor de las 3:30 de la madrugada del martes, los habitantes de la ciudad escucharon un fuerte estruendo de explosiones, que anunció otra ronda de ataques de las fuerzas rusas en los asentamientos ucranianos. Según fuentes oficiales, incluyendo la Fiscalía Regional de Járkov, los rusos utilizaron municiones de tipo aéreo – FAB-500 y FAB-1500 – con sistemas de impacto UMPK, que permiten planificar y corregir vuelos y señalar objetivos. Como resultado de un ataque a gran escala, una gran parte de Kupiansk sufrió daños: más de 80 edificios residenciales recibieron daños graves o fueron completamente destruidos. Entre los afectados se encuentran viviendas privadas, así como objetos de la infraestructura pública y social. Además, un jardín de infancia y varias instalaciones de utilidad, incluyendo almacenes y tiendas, también quedaron en llamas. Asimismo, la estación de ambulancias y los vehículos de respuesta de emergencia resultaron dañados, lo que requirió esfuerzos adicionales por parte de los bomberos y médicos locales para atender las consecuencias. La oficina de prensa oficial de la Fiscalía Regional de Járkov asegura que, afortunadamente, ningún civil resultó herido en el ataque con misiles. Esto fue posible gracias a medidas de seguridad experimentadas y a la rápida reacción de los servicios de evacuación y protección. Sin embargo, las destrucciones son evidentes: ventanas rotas, techos quemados y fachadas de edificios dañadas recuerdan la trágica realidad en la que viven los habitantes de Kupiansk. Otro hecho sorprendente es que un ataque tan potente se realizó justo después de los bombardeos nocturnos en Járkov, cuando el 11 de junio, las tropas rusas usaron 17 drones kamikaze del tipo "Shahed". Como resultado de ese ataque, tres personas fallecieron en la región de Járkov. Esto evidencia el aumento de la agresión del enemigo y su esfuerzo consciente por destruir infraestructura y crear pánico entre la población. Las fuerzas militares rusas utilizan activamente la táctica de golpes masivos para sembrar miedo y destruir objetos vitales en las ciudades ucranianas. Kupiansk, que desde hace tiempo se ha convertido en uno de los objetivos de los ataques, vuelve a sufrir por las acciones destructivas de los ocupantes, lo que confirma la urgente necesidad de reforzar los sistemas de defensa aérea y de brindar ayuda a la población afectada. Las fuerzas ucranianas y las autoridades locales están haciendo todo lo posible por estabilizar la situación, pero los daños siguen siendo un desafío importante para la recuperación de la ciudad y el apoyo a sus habitantes. Este ataque nocturno demuestra una vez más que la lucha por la independencia y la seguridad de Ucrania continúa en cada momento. Los residentes de Kupiansk, aunque con dolor y pérdidas, permanecen fuertes y resistentes frente a los ocupantes, y la comunidad internacional llama a detener de inmediato las acciones hostiles y a apoyar al pueblo ucraniano en la protección de su hogar y del mundo.