Cinco países han impuesto sanciones contra ministros israelíes por incitar a la violencia
En medio del aumento de tensión en la región y la escalada del conflicto, varios países líderes del mundo han tomado una decisión firme: han impuesto sanciones a altos funcionarios israelíes, acusándolos de incitar a la violencia y violar derechos humanos. En concreto, la lista incluye a Reino Unido, Canadá, Noruega, Nueva Zelanda y Australia, que han tomado la decisión oficial de prohibir la entrada y congelar los activos de dos figuras clave: el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir y el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich. Detalles de la medida y reacción oficial Según agencias de noticias, como Reuters, las sanciones incluyen no solo la prohibición de entrada a los países del Consejo de Europa, sino también el congelamiento de cualquier activo financiero y cuentas abiertas en dichos países. Círculos diplomáticos internacionales señalan que estas medidas constituyen una señal de la comunidad internacional de rechazo a las acciones de los funcionarios israelíes, además de enfatizar la inadmisibilidad de emitir declaraciones provocadoras y agresivas. En un comunicado conjunto, los ministros de exteriores señalan que “Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich incitaron a la violencia extremista y a graves violaciones de los derechos de la población palestina”. El documento enfatiza que tales acciones son categóricamente inaceptables y deben ser llevadas a responsabilidad por las instituciones internacionales correspondientes. El comunicado subraya que los países del grupo de sanción “siempre han estado y seguirán estando del lado de los derechos humanos” y resaltan la necesidad de un enfoque humanitario, incluyendo garantizar el acceso a ayuda para los residentes pacíficos, detener cualquier forma de migración ilegal de palestinos desde Gaza y una moratoria sobre cualquier reducción territorial del sector. Reacción de Israel y dinámica internacional En respuesta a estas medidas, el ministro de Exteriores de Israel, Gabi Ashkenazi, calificó las sanciones como “indignantes” y prometió que el gobierno del país analizará todas las opciones de respuesta. Añadió que Israel realizará una reunión especial a principios de la próxima semana para definir la estrategia futura ante las decisiones de los socios internacionales. También expresó su indignación porque países que suelen apoyar el diálogo diplomático ahora ven las acciones israelíes como un intento de negar su legitimidad. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a los países que impusieron sanciones de tener la intención de ayudar al grupo radical palestino Hamas y de estar “del lado equivocado de la historia”. Insistió en que cualquier influencia externa en la política israelí en estos momentos difíciles es inaceptable y socava la seguridad del país. Reacción estadounidense Estados Unidos, tradicionalmente uno de los principales aliados de Israel, condenó enérgicamente la decisión de los cinco países y pidió su retirada. En representación del gobierno estadounidense, la portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, expresó que “las sanciones impuestas a los ministros israelíes no contribuyen a alcanzar los objetivos de paz y seguridad en la región”. En su declaración, hizo un llamado al respaldo del diálogo y los servicios humanitarios, en particular a la labor efectiva del enviado Wittekov y de las organizaciones humanitarias en Gaza, para reducir el sufrimiento humano y evitar una escalada de la violencia. Además, el secretario de Estado, Antony Blinken, en su cuenta de Twitter, subrayó que “las sanciones no ayudan a los esfuerzos por cesar las hostilidades, liberar a los rehenes ni disminuir el nivel del conflicto”. Destacó que Hamas es una organización terrorista que cometió crímenes atroces, mantiene en cautiverio a personas inocentes y obstaculiza activamente las iniciativas de paz. Las autoridades estadounidenses instan a sus socios en la comunidad internacional a no ignorar esta realidad, mantener la unidad en la lucha contra el terrorismo y apoyar los esfuerzos diplomáticos. Contexto previo y ola de eventos internacionales La política exterior de Israel se ha visto afectada tras el intenso ataque con cohetes y la operación militar masiva en Gaza, que comenzó en octubre de 2023. Las fuerzas israelíes respondieron a un ataque de Hamas, que en estos momentos ha cobrado la vida de más de 1,200 civiles, además de secuestrar a 251 personas, evento que llevó a una campaña militar a gran escala. El resultado de estos combates ha sido la destrucción de una gran parte del sector palestino, la demolición de barrios residenciales y de infraestructura. Según datos oficiales, más de 54,000 palestinos han muerto o resultado heridos en los combates y ataques aéreos. La comunidad internacional, especialmente en mayo, llamó la atención sobre la crisis humanitaria en Gaza y pidió al gobierno israelí que levante el bloqueo, que ya causa hambre y sufrimiento entre la población civil. Llamados a ayuda humanitaria y posibles sanciones En este momento, varios países europeos y aliados han expresado su preocupación por la situación y pidieron al gabinete israelí reconsiderar su política. En mayo, los líderes de Gran Bretaña, Francia, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega, Eslovenia y España dirigieron una carta al primer ministro Benjamin Netanyahu exigiendo levantar el bloqueo y detener las operaciones militares. Amenazaron con aplicar “medidas concretas” si la situación humanitaria en Gaza no mejora y la operación militar no se detiene. De esta forma, la comunidad internacional muestra su unidad en condenar la violencia y en llamar a una solución pacífica del conflicto, respetando los derechos humanitarios de la población civil. Sin embargo, la serie de sanciones y declaraciones diplomáticas confirma una vez más la complejidad y la ferocidad de la lucha por la estabilidad en esta región geopolítica, dejando muchas inquietudes sobre el futuro y las posibles vías para salir de la crisis.