En Rusia se han registrado una serie de eventos que las autoridades han calificado oficialmente como un ataque masivo de drones que lograron infiltrarse en varias regiones clave del país
El incidente ocurrió en la noche del 9 al 10 de junio y generó un considerable revuelo en medio del aumento de ataques contra objetivos y centros logísticos rusos. Particular atención despertaron los sonidos de explosiones en las ciudades de Nizhnekamsk y Elabuga, ubicadas en la república de Tatarstán, donde, según fuentes, se llevan a cabo la recolección y fabricación de drones del tipo "Shahed". Según informes oficiales del Ministerio de Defensa de Rusia, durante la noche se lograron destruir exitosamente 102 drones ucranianos. De ellos, 46 sobre la región de Briazsk, 20 en Belgorod, 9 en Vorónezh, 4 en Kaluga y en la República de Tatarstán. Se derribaron tres drones en la región de Moscú, dos en la de Leningrado, Orel y Kursk, y uno en Smolensk. Es importante destacar que también fueron destruidos nueve drones en Crimea, que actualmente está bajo ocupación temporal. Los residentes locales en Nizhnekamsk y Elabuga reportaron fuertes explosiones que se escuchan a grandes distancias. En el canal de Telegram Astra se publicó un video que muestra las secuelas de los hechos. En particular, en Elabuga, situada a 10 kilómetros del cual se encuentra una zona económica poderosa llamada Alabuga, se ubica una fábrica que se especializa en ensamblaje de drones "Shahed". Según informes preliminares, el ataque se realizó allí, con la destrucción de parte de los depósitos o instalaciones tecnológicas concentradas en la zona. De fuentes oficiales también llega la información sobre las restricciones implementadas en respuesta a la situación, que incluyen limitaciones en el movimiento y en la admisión y salida de aeronaves en varios aeropuertos de Rusia. En particular, se ha establecido un régimen restringido en el aeropuerto de Nizhnekamsk, Pulkovo en San Petersburgo y en todos los aeropuertos de Moscú. Esto se justifica principalmente por la posibilidad del uso de drones en ataques o por sus posibles consecuencias. Según analistas, la ubicación de Nizhnekamsk y Elabuga — a más de 1500 km de la frontera de Ucrania — indica un cambio en la táctica y en la capacidad de las fuerzas ucranianas para atacar a grandes distancias, asaltando bases de almacenamiento y centros productivos que anteriormente estaban mayormente situados más cerca de la frontera ucraniana. Tales acciones, sin duda, tienen un significado estratégico y reflejan la evolución de las tácticas de guerra. Por otro lado, expertos señalan que este incidente confirma una vez más el alto nivel de intentos por parte de las fuerzas ucranianas de dañar centros logísticos rusos, así como la capacidad de este lado en guerra para usar tecnologías modernas en incursiones profundas y aumentar la presión sobre objetivos rusos. Por ahora, el Ministerio de Defensa de Rusia se abstiene de hacer comentarios detallados sobre la magnitud y el objetivo estratégico de la operación, aunque en Кремль ya se habla de la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad y los sistemas de defensa aérea. En cualquier caso, esa noche fue otro signo de la intensificación del conflicto y del rápido desarrollo de la situación, que mantiene en tensión no solo a las regiones directamente afectadas, sino también a toda la comunidad internacional, que observa con atención esta confrontación dramática.