Los medios de comunicación han averiguado que la próxima semana, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, hará una declaración contundente sobre la necesidad de ampliar de manera significativa los sistemas de defensa aérea y antimisiles de la alianza
Según información preliminar, su discurso, que espera anunciar en Londres el 9 de junio, incluirá un llamamiento a aumentar la capacidad de los sistemas de defensa en un 400%. Este será uno de los temas principales de la cumbre anual de la OTAN que se celebrará en la capital británica, y estará dirigido a fortalecer el escudo de defensa ante los crecientes desafíos de Rusia y otros posibles agresores. Según la información recopilada por el portal de noticias Reuters, en el discurso, del cual algunos medios ya han tenido acceso a fragmentos, Rutte enfatiza que la seguridad moderna en Europa y en el teatro de operaciones del Indo-Pacífico requiere una modernización radical e una intensificación de los medios de defensa aérea. “Para mantener la capacidad de disuasión y defensa efectiva de nuestros países, es necesario aumentar los sistemas antiaéreos y antimisiles en 4 veces”, afirmó. El secretario general de la OTAN también subrayará que Rusia ahora intenta “sembrar terror desde el aire” en Ucrania, empleando diversos tipos de vehículos aéreos autónomos y sistemas de misiles de alta tecnología. Por ello, es necesario reforzar el potencial defensivo de la alianza, creando escudos capaces de hacer frente a amenazas modernas y potenciales nuevas amenazas. Las fotos y videos del lugar muestran que la noche pasada fue una de las más activas en los combates aéreos, cuando las fuerzas rusas lanzaron la mayor cantidad de misiles y drones contra objetivos ucranianos. Según datos oficiales de la defensa aérea ucraniana, solo en la noche del 9 de junio se registraron 499 objetivos de ataque de enemigos. De estos, 479 fueron neutralizados — entre ellos, 277 drones kamikaze "Shahed" (de los cuales 183 fueron destruidos en vuelo y 94 en tierra), 10 misiles de crucero Kh-101, cuatro misiles "Kinzhal" Х-47, dos misiles Х-22, sistemas de misiles antirradar Х-31П y un misil de crucero Х-35. Los aviones de combate polacos fueron desplegados en respuesta a un ataque masivo que afectó a todas las regiones de Ucrania; el denominado "ataque aéreo" fue uno de los mayores en cantidad de medios utilizados durante toda la guerra. Paralelamente, EE. UU. y otros países miembros de la OTAN están intensificando esfuerzos para preparar un refuerzo de las fuerzas terrestres y aéreas. Los representantes oficiales de Washington manifestaron la necesidad de mantener un gasto militar mínimo del 5% del PIB en defensa, justificándolo por la creciente agresividad de Kremlin, que ahora se considera la “mayor amenaza” para la seguridad euroatlántica. En este contexto, también se destaca la próxima cumbre de la OTAN en La Haya, donde se discutirán no solo temas de incremento del nivel de defensa, sino también la coordinación de nuevos documentos estratégicos. Se espera que los líderes de la Alianza analicen la mejor manera de implementar el ambicioso plan de Rutte para desplegar sistemas adicionales de defensa aérea, lo que permitirá disuadir cualquier nueva agresión en el espacio europeo. La próxima semana, en eventos en Londres y en la cumbre en La Haya, los líderes de la OTAN nuevamente protestarán contra la política desestabilizadora de Moscú y reafirmarán su disposición a defender activa y firmemente a sus aliados. Estos pasos muestran que la estrategia de la OTAN para escenarios de conflictos a gran escala ya ha sido elaborada y ahora contará con instrumentos concretos para su implementación. Por ello, se espera que el discurso de Mark Rutte incluya un llamado claro a una revisión global de los sistemas de seguridad y a fortalecer las alianzas defensivas ante la creciente actividad militar de Rusia. Así, la comunidad internacional y la OTAN en particular se preparan para una nueva fase de aumento de los mecanismos de defensa — y uno de los principales enfoques será precisamente en incrementar la defensa aérea y antimisiles. Esta decisión está motivada por las realidades de los combates actuales y la amenaza elevada por parte de Rusia, que continúa empleando sistemas de armas y tácticas modernizadas, intentando presionar a Ucrania y aumentar su presencia militar en la región. Lee también: La OTAN se prepara para nuevos desafíos — qué decisiones tomará la alianza y qué significan para Ucrania y Europa.