La actividad tripartita de las fuerzas alemanas y aéreas de la OTAN en el espacio aéreo del Báltico durante una semana se ha convertido en una clara muestra del aumento de la tensión en la región

Chas Pravdy - 09 junio 2025 18:40

Según el Ministerio de Defensa de Lituania, solo la semana pasada los aviones de la policía aérea de la OTAN tuvieron que despegar en tres ocasiones para responder a violaciones por parte de aviones militares rusos de las reglas de vuelo establecidas en el espacio aéreo internacional. El 3 de junio, los aviones rusos volvieron a mostrar su actividad en la región, cuando los cazas de la OTAN salieron al aire para identificar a dos Su-30SM rusos que volaban dentro de las fronteras internacionales. Ese mismo día, también fueron identificados en el cielo aviones militares rusos: un caza Su-33 y un avión de reconocimiento Su-24MR, que sobrevolaban áreas pertenecientes a la zona internacional y alcanzaban desde la parte continental de Rusia. Es importante señalar que estos aviones se desplazaban sin planes de vuelo correspondientes y sin establecer contacto por radio con el centro de control de vuelos regional, lo que complica aún más la situación y aumenta el nivel de tensión en la región. Al día siguiente, 4 de junio, la situación se repitió: los cazas de la OTAN volvieron a despegar para identificar a dos Su-30SM rusos que sobrevolaron la región de Kaliningrado y posteriormente regresaron a su zona. Lo alarmante de todo esto es que todos estos aviones volaban sin un plan de vuelo y sin comunicación por radio con el centro de control de vuelos regional ucraniano, lo que preocupa a expertos y analistas militares. Estos eventos indican la continuación de los recientes intentos de Rusia de realizar inteligencia en las aguas fronterizas de los países bálticos, así como posibles intentos de sabotaje o desinformación en la región. La situación en el mar Báltico sigue siendo tensa desde hace varios meses: los ataques de aviones militares rusos no cesan, a pesar de las constantes respuestas de los aliados de la OTAN. Solo en una semana de mayo, los cazas de la alianza tuvieron que despegar en cuatro ocasiones para identificar y escoltar aviones rusos que violaban el espacio aéreo sin los permisos adecuados. En ese período, según informes, los cazas polacos interceptaron un bombardero ruso Su-24 en aguas internacionales del Mar Báltico, lo que confirma nuevamente el nivel de tensión en la región y la creciente complejidad para las fuerzas militares de la OTAN, que deben reaccionar ante provocaciones y violaciones constantes. En general, esta actividad militar rusa en los últimos días podría indicar una preparación para operaciones de mayor escala o demostraciones de fuerza, lo que genera una preocupación seria en los países bálticos y sus aliados. Los países occidentales, por su parte, continúan aumentando su presencia militar en la región para contener posibles provocaciones y garantizar la seguridad de las aguas y espacios aéreos internacionales. Estas acciones demuestran que las jugadas con las reglas de vuelo y las armas de la tensión geopolítica en la región no disminuyen sino que, por el contrario, se intensifican, exigiendo una movilización constante y una reacción rápida por parte de los aliados.

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