El adjunto del principal psiquiatra de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleg Druz, permaneció bajo arresto hasta el 21 de julio, convirtiéndose en una de las principales noticias del sector jurídico y militar ucraniano en los próximos días de julio

Esta decisión fue tomada por el Tribunal de Distrito de Shevchenkivskyi en Kyiv tras una larga deliberación del caso, en el cual se le califica como sospechoso de una serie de delitos relacionados con posibles abusos de corrupción y enriquecimiento ilícito. La audiencia se llevó a cabo a puerta cerrada, sin embargo, una fuente presente en la sala del tribunal, que llegó a los reportajes de agencias de información, informó que el acusado, en presencia del juez, participó en el proceso mediante videoconferencia desde su propia casa. Según la información oficial, la fiscalía insistió en la continuación de la medida preventiva en forma de detención, alegando riesgos de posible presión sobre los testigos y de fuga de servicio. No obstante, los abogados de Druz presentaron solicitudes de arresto domiciliario y una fianza superior a 900 mil hryvnias, intentando demostrar que su defendido está completamente integrado en la sociedad y tiene la motivación de permanecer en Ucrania. Los defensores enfatizaron que Druz recibe al menos un millón de hryvnias al año y que solo puede garantizar su viaje al extranjero mediante una fianza significativa. Añadieron que tiene más de 750 familiares a quienes se siente responsable y a quienes no tiene intención de abandonar sin apoyo. Además, se destacó que, durante la audiencia, el sospechoso subrayó su lealtad al país y su disposición a colaborar con la investigación para demostrar su inocencia. Actualmente, el tribunal decidió prolongar la medida preventiva hasta el 21 de julio y estableció la posibilidad de depositar una fianza de 49 millones de hryvnias, que en realidad constituye una cantidad simbólica para este nivel de caso. Sin embargo, legalmente continúa bajo arresto. Las circunstancias del caso se remontan a enero de este año, cuando la Seguridad de Ucrania (SBU) realizó registros y detenciones relacionadas con la actividad del principal psiquiatra de las Fuerzas Armadas. Según la investigación, Oleg Druz fue detenido en el marco de una investigación por delitos patrimoniales y abusos cometidos en condiciones de estado de guerra. De acuerdo con los datos obtenidos, durante el periodo de intensos combates acumuló activos por más de un millón de dólares, muchos de los cuales no estaban a su nombre, sino a los de miembros de su familia — esposa, hija, hijos y terceros — lo que generó suspicacias razonables sobre un posible esquema ilegal de ocultamiento y blanqueo de dinero. Según información de los casos penales, esta no es la primera experiencia judicial de Druz: en 2017 figuró en un proceso relacionado con sobornos y falsificación de documentos médicos para obtener un certificado de aptitud militar por razones de salud. Entonces, fue absuelto por falta de pruebas, pero actualmente la investigación sospecha que en sus acciones hay indicios de delitos penales, lo que llevó a su detención y a la adopción de medidas preventivas. Las conexiones entre las estructuras militares y las instituciones del orden público son tensas y delicadas, especialmente durante la fase activa de la guerra. La objetividad e integridad en la investigación determinarán mucho — desde el nivel de transparencia del proceso hasta las reacciones políticas y sociales. La decisión final del tribunal respecto a la medida preventiva, hasta hoy, permite al sospechoso disponer de tiempo para su defensa y el análisis legal del caso, mientras que sus familiares deben lidiar con la anticipación y la preparación ante una posible modificación de la medida o la sentencia definitiva. Al mismo tiempo, esta historia recuerda la importancia de un trato humano a los militares, la revisión de su patrimonio y documentos en tiempos de guerra, así como la necesidad de reforzar el control sobre esquemas de corrupción en las estructuras militares.