Lukashenko expresó la idea de erigir un monumento a Xi Jinping en Minsk durante la ceremonia de inauguración del Estadio Nacional de fútbol

Esta propuesta fue una sorpresa para el público y provocó un amplio debate en los círculos políticos y entre los comentaristas. En la ceremonia de apertura del recinto deportivo, el líder bielorruso, quien recientemente regresó de una visita a China, fue el iniciador de esta idea. Según Lukashenko, durante su viaje a la República Popular China, recibió un regalo inesperado: dos maquetas, una de un proyecto a escala internacional de una piscina y un estadio de fútbol. De acuerdo con sus palabras, en ese momento el presidente chino, Xi Jinping, declaró personalmente que la construcción de estos objetos sería un regalo para el pueblo bielorruso. “Al principio no podía creerlo, porque conozco a China y a su liderazgo — no hablan en vano. Pero al ver las maquetas y entender lo que tenemos, quedó claro: hay algo más. Además, la primera persona del país confirmó personalmente que este proyecto es un regalo”, contó Lukashenko, añadiendo que en ese momento empezó a comprender la magnitud y la importancia de esta iniciativa. Según su relato, la financiación y construcción de los objetos avanzaban a buen ritmo. En un corto período, en Minsk apareció un nuevo estadio de fútbol, moderno y conforme a los estándares internacionales, así como una piscina de entrenamiento con equipamento de alta calidad. “Vamos a inaugurar oficialmente este estadio y la piscina, que ahora servirán a nuestros deportistas y a todos los amantes del deporte”, agregó Lukashenko. Un detalle especialmente destacado de la ceremonia fue la composición escultórica frente a la entrada del estadio, que representa a futbolistas de Bielorrusia y China en el momento del juego. Con motivo de esto, Lukashenko propuso erigir en Minsk un monumento a su colega chino. “Teniendo en cuenta que gracias a los esfuerzos y apoyo de Xi Jinping hemos obtenido este estadio moderno, considero que aquí debe estar la estatua de nuestro antiguo amigo y socio estratégico”, subrayó. Esta iniciativa generó reacciones ambiguas en los ámbitos público y político. Algunos políticos acogieron con entusiasmo este gesto, considerándolo un símbolo de los sólidos lazos de amistad entre los dos países. Otros expresaron su preocupación por posibles intenciones políticas futuras y por el uso de iniciativas similares con fines propagandísticos. En general, la propuesta de Lukashenko de instalar un monumento a Xi Jinping se convirtió en un elemento destacado en la historia reciente de las relaciones entre Bielorrusia y China y podría influir en el futuro diálogo diplomático y cultural entre ambas naciones. Independientemente de la reacción, claramente muestra que Minsk y Pekín buscan fortalecer su asociación y demostrar su apoyo mutuo en un nivel público.