En Sumy ha ocurrido una nueva agresión por parte de los ocupantes rusos, que ha arrebatado la calma a los residentes locales y ha causado graves consecuencias para los civiles
Según informan las autoridades regionales y las fuerzas del orden, debido a un disparo de un dron no tripulado, en particular un dron de ataque ruso, resultaron heridas varias personas, incluyendo una mujer embarazada. El incidente tuvo lugar en la comunidad de Nedryhailiv, ubicada en el noreste de la región de Sumy. De acuerdo con datos preliminares, el dron ruso, probablemente del tipo "Lantset", entró en el territorio de la comunidad y realizó un ataque, causando destrucción y víctimas humanas. Como resultado, una mujer embarazada de 28 años fue herida y actualmente se encuentra en el hospital. Además, otra residente local de 43 años también sufrió heridas. Además de las víctimas humanas, durante el ataque se produjeron daños en vehículos, tiendas y construcciones privadas. Se señala que, en vísperas de las acciones armadas, los ocupantes no solo atacaron esta aldea, sino también otros asentamientos pacíficos de la región. En particular, en la comunidad de Esman, en el distrito de Shostka, un dron ruso atacó a civiles, resultando en heridas a un hombre de 60 años. En esta situación, hay que destacar que el enemigo empleó una táctica de terrorismo contra la población civil, intentando sembrar miedo y desorden en la región. Estos nuevos ataques armados por parte de las fuerzas de ocupación rusas generan aún más preocupación entre los residentes y las autoridades locales. Según la Fiscalía de Sumy y las fuerzas militares, el dron atacante parecía estar dirigido no solo contra objetivos militares, sino también con la intención de crear pánico entre la población. Esto encaja en la estrategia de usar drones como armas de destrucción masiva, que se está convirtiendo en un método cada vez más frecuente en las guerras de información y físicas. Recordemos que la situación en Sumy sigue siendo tensa. Las fuerzas rusas no dejan de usar drones para realizar operaciones de sabotaje y ataques a objetos civiles. La semana pasada se informó que los ocupantes tomaron la aldea de Loknya, también en esta región, lo que agrava aún más la situación en la zona y priva a la población local de una vida pacífica. Los representantes de las autoridades ucranianas están preocupados por el incremento en el número de estos ataques y subrayan que cada incidente de este tipo no es solo una agresión contra personas u objetos específicos, sino una estrategia sistemática de intimidación a la población civil, que viola todas las normas y reglas internacionales de guerra. Las autoridades llaman a los habitantes a ser cautelosos, no caer en pánico y a informar de cualquier incidente a las fuerzas del orden. Es evidente que las autoridades rusas están utilizando los drones como herramientas de terror y presión psicológica, intentando sembrar el caos en las retaguardias de los defensores y civiles ucranianos. Ucrania insiste en la necesidad de fortalecer los sistemas de defensa aérea y emplear tecnologías modernas para neutralizar estas amenazas, así como en brindar apoyo confiable a los afectados. Este nuevo ataque recuerda lo peligroso y destructivo que es la guerra moderna, en la que los vehículos no tripulados no solo sirven para obtener inteligencia, sino también como armas de destrucción masiva. Las autoridades locales y los residentes de la región llaman a una mayor unidad y atención en estos tiempos difíciles para proteger a sus seres queridos y mantener la tranquilidad en sus hogares.