En el centro de atención de la vida política de Colombia se ha producido un evento trágico y impactante: un intento de asesinato de uno de los políticos de oposición más influyentes del país

Chas Pravdy - 08 junio 2025 05:30

En la capital, Bogotá, se llevó a cabo un atentado contra la vida del senador y posible candidato presidencial, Miguel Uribe, quien es una figura clave en los círculos conservadores de la política. Este incidente ha provocado una amplia repercusión no solo en los círculos políticos, sino también en la sociedad en general, subrayando la gravedad de los desafíos actuales para mantener la democracia en el país. Según la información publicada por los medios internacionales CNN y confirmada por representantes de la policía y las instituciones gubernamentales, el ataque ocurrió la víspera por la tarde, aproximadamente a las 17:00 horas, cuando Uribe participaba en un acto preelectoral en el barrio Fontibón, uno de los distritos centrales y estratégicos de Bogotá. Según testigos, el ataque fue llevado a cabo por personas armadas, que abrieron fuego por la espalda del político: los agresores usaron armas de fuego y dispararon contra su cuerpo. Como resultado del atentado, Uribe resultó herido, fue atendido de urgencia en el lugar del incidente y posteriormente ingresado en un hospital local. El alcalde de Bogotá, Carlos Galián, quien se encontraba cerca de la situación en el lugar, informó que el estado de Uribe permanece bajo control de los especialistas médicos, aunque su vida sigue en peligro. Las fuerzas del orden, tanto extranjeras como locales, ya han detenido a los sospechosos de haber participado en el ataque, lo que indica la seriedad y el rigor de la investigación. Actualmente, las autoridades trabajan en esclarecer todas las circunstancias del incidente, así como en buscar los motivos y a los planificadores organizadores de esta acción delictiva. Este acto violento ha provocado diversas reacciones a nivel estatal y entre líderes regionales. El gobierno de Colombia y el partido político Centro Democrático, al que pertenece Uribe, condenaron unánimemente el atentado, calificándolo como un "intento evidente de intimidación y terror". Los expresidentes del país, Ernesto Samper, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, también expresaron su preocupación y condenaron las manifestaciones de violencia, subrayando la importancia de mantener la estabilidad política y la seguridad en el país. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, mediante un comunicado oficial, expresó su condolencia a la familia de Uribe, destacando que tal acción socava los cimientos de la democracia y el Estado de derecho. Hizo un llamado a las fuerzas del orden para que investiguen de manera rápida y objetiva este incidente, y aseguró que están dispuestos a garantizar la seguridad de todos los actores políticos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia calificó este ataque como un "atentado directo contra la democracia y las libertades políticas". Las autoridades llamaron a la ciudadanía y a las fuerzas del orden a unir esfuerzos para esclarecer las circunstancias del crimen y encontrar a los responsables. Top políticos enfatizaron que la violencia de este tipo es inaceptable y no tiene cabida en un país democratico moderno. La reacción de la comunidad internacional, incluyendo a expresidentes y destacados líderes regionales, refleja el nivel de preocupación de la sociedad. El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, expresó su condolencia y condena a todas las formas de violencia e intolerancia, resaltando la necesidad de preservar la estabilidad política en la región. La Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bogotá también hizo un llamado a las autoridades del país para que lleven a cabo una investigación rápida y transparente, y para que garanticen los derechos y libertades políticas de los ciudadanos. En su comunicado, se afirma que, independientemente de las ideas políticas y ambiciones, el uso de la violencia es inaceptable y socava los fundamentos del proceso democrático en el país. Este evento reitera la urgente y crucial necesidad de fortalecer los mecanismos de protección a los políticos y la estabilidad política en Colombia. En un contexto de creciente tensión y polarización, la actividad política segura y las garantías de vida y salud de los candidatos a la presidencia se convierten en prioridades para las instituciones. Al mismo tiempo, la comunidad global observa con esperanza si el país será capaz de superar este desafío y regresar a un espacio político verdaderamente democrático y seguro.

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