Durante la noche, la región de Dnipropetrovsk volvió a sufrir un ataque masivo por parte de las fuerzas rusas, que provocó graves daños y presionó a los civiles

Según información oficial de la Administración Militar Regional de Dnipropetrovsk, en el bombardeo nocturno con misiles y drones resultaron heridas dos mujeres, de 45 y 88 años. Como consecuencia de los ataques en la región, se registraron daños importantes en la infraestructura, objetos residenciales e industriales, así como en el parque automotor. Según informes, las fuerzas rusas emplearon una táctica combinada: ataques con misiles y acciones de vehículos aéreos no tripulados, que causaron destrucciones devastadoras en la ciudad de Dnipro y en los distritos vecinos. En el centro provincial se afectaron varios objetos urbanos: una empresa, una institución educativa y decenas de garajes. Los daños tuvieron un impacto particularmente severo en el transporte: varias autos fueron dañados o destruidos, uno incendió, y otros tres sufrieron daños considerables. En los edificios de apartamentos se dañaron ventanas, lo que crea un peligro adicional y amenaza la vida de los residentes. Los golpes destructivos también alcanzaron a la cercana Pavlograd. Allí, probablemente también se utilizaron misiles y drones, resultando en daños a empresas, la destrucción de varios vehículos y daños importantes en edificios residenciales, incluidos daños en fachadas y ventanas. Los daños a vehículos pesados fueron significativos: nueve autos se quemaron y fueron destruidos por el incendio. Después del ataque nocturno, la situación se agravó aún más: ya por la mañana, las fuerzas rusas abrieron nuevamente fuego contra el distrito de Nikopol. Según información preliminar, el enemigo dirigió drones FPV y artillería pesada contra los asentamientos de la zona y la ciudad de Margánets. En Nikopol, un edificio residencial de nueve pisos sufrió daños, se rompieron ventanas, las fachadas quedaron destruidas y los residentes fueron privados de vivir tranquilamente en sus apartamentos. En general, resumiendo las consecuencias, cabe destacar que las Fuerzas de Defensa Aérea ucranianas demostraron su alto nivel de profesionalismo y capacidad para proteger a la población: según estimaciones, se derribaron seis misiles y doce drones del enemigo en el territorio de la región. Sin embargo, los daños y las pérdidas humanas siguen siendo un recordatorio contundente de la brutalidad de la guerra y de la necesidad de un apoyo reforzado para los residentes y la infraestructura de la región. Toda la región continúa en un estado de tensión y movilización de fuerzas para enfrentar nuevos ataques por parte de Rusia.