Donald Trump aún no ha tomado una decisión definitiva sobre la posible imposición de sanciones «muy fuertes» contra Rusia, y este tema sigue en fase de revisión

La situación actual está generando un amplio interés por parte de analistas políticos y expertos, ya que la cuestión de los próximos pasos de Washington en sus relaciones con Moscú continúa abierta. Según informa "European Pravda", durante una conversación con periodistas a bordo del avión militar Air Force One, el presidente de EE. UU. expresó su opinión sobre las posibilidades de aplicar sanciones adicionales si la situación lo requiere. Según sus palabras, la decisión de imponerlas dependerá de qué tan dispuesta esté Moscú a llegar a un acuerdo y a cesar las acciones militares y la sangre derramada en el este de Ucrania. Trump subrayó que la última palabra respecto a las sanciones corresponde a él, ya que la legislación pertinente le otorga amplias facultades. El jefe de la Casa Blanca señaló: "Si considero que Rusia no tiene intención de llegar a acuerdos o de detener la agresión, aplicaré medidas adicionales. El proyecto de ley que fue aprobado por los senadores y que me da la autoridad para implementarlas es muy fuerte, y podré usar esa herramienta a mi discreción. Pero por ahora, aún no he tomado una decisión sobre su aplicación". Trump expresó su confianza en que la decisión de fortalecer o suavizar las sanciones es su prerrogativa y que tomará la decisión correcta en función de la situación. El proyecto de ley, que actualmente se debate en el Senado, fue impulsado por los senadores Richard Blumenthal (demócrata) y Lindsay Graham (republicano). Plantea la imposición de restricciones económicas adicionales contra Moscú en caso de rechazo a las negociaciones de paz y obligará a Rusia a pagar multas financieras sustanciales. Dentro de este proyecto, se propone establecer un impuesto del 500% sobre los productos importados por países que compran petróleo ruso, lo que sería una herramienta de presión sobre Moscú. El procedimiento ha contado con apoyo no solo en el Senado, sino también en la Cámara de Representantes, lo que indica la coherencia de las posturas en el Congreso. Al mismo tiempo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Levitte, declaró que la decisión final sobre las sanciones será tomada por el propio presidente. La administración de Trump además se dirigió a los senadores Graham y Blumenthal solicitándoles suavizar las medidas sancionadoras en el proyecto de ley correspondiente, para mantener un equilibrio entre los intereses políticos y de seguridad. Los instrumentos de política y diplomacia permanecen en el centro de atención de la máxima autoridad administrativa de EE. UU. en medio del tenso desarrollo de la situación en torno a Ucrania y las relaciones internacionales con Rusia, y la decisión final de Trump determinará la trayectoria futura de la política de sanciones de Washington hacia Moscú.